Las guerreras se enfrentaban al Elda fuera de casa en un partido complicado, pero con las esperanzas puestas en volver a la senda de la victoria. La primera mitad fue bastante buena para las azulonas, quienes lograron conseguir el control del centro del campo y monopolizar las ocasiones de gol. Tenían el control absoluto del partido, pero la suerte del gol no terminaba de llegar. La pegada, la velocidad y la movilidad del esférico la tienen, tan solo hace falta materializarlo en el luminoso. Algo que podrían haber hecho si el árbitro hubiera señalado un claro penalti cometido sobre Alba, una infracción que se vio (y escuchó) desde la grada, pues la patada que recibió la santapolera se apreció a kilómetros. El colegiado consideró que no había ocurrido nada y decidió continuar el partido sin señalar la pena máxima. Esto no implicó que las guerreras se vinieran abajo, y es que cuanto más difícil se les pone una situación, más sacan su espíritu luchador, por lo que se lanzaron a por el partido con más ganas que nunca.
El ADN del Bahía consiste en pelear cada balón como si fuera el último, en ser una familia dentro y fuera del campo, en apoyarse continuamente en cada situación, en practicar un fútbol limpio, sin entradas duras y sin impedir el transcurso del juego continuamente, y esto se aprecia por todos los poros de la piel de las féminas del Bahía. La segunda mitad fue un continuo acecho a la portería local. La velocidad por las bandas eran constantes puñales que herían casi de muerte a un Elda que no sabía cómo apaciguar las envestidas azulonas. Aunque el marcador no se movió en todo el partido, el Bahía mereció traerse de Elda algo más que un punto. Con este empate el FC Bahía Santa Pola Femenino A asciende a la octava posición, para enfrentarse este domingo, a las 11:30 horas en ‘El Monsa’ al CD El Campello A (decimoprimero) con las esperanzas y las ganas fijadas en volver a conseguir los tres puntos.