Dos victorias consecutivas frente a Rojales y Benidorm. Seis puntos que les hacían alejarse de la zona de descenso. Miles de razones por las que seguir confiando en las guerreras. Frente al San Blas, la esperanza estaba más alimentada que nunca, pero la tarde se tornó fría.
El primer tanto fue tempranero, corría el minuto 7 cuando el San Blas lograba adelantarse en el marcador. El partido no comenzaba como habían planeado, pero debían reaccionar para solventar esta situación. Había ocasiones, pero no terminaban de llegar con un peligro claro a la portería de sus rivales. El esfuerzo para alcanzar el empate del equipo femenino del Bahía no estaba dando sus frutos y se llegó a cero al descanso.
Salieron del vestuario a por todas, pero los dos conjuntos seguían sin crear un peligro real. Así que el tiempo iba corriendo en contra de las marineras sin que realmente pudieran remediarlo. Hasta que en el minuto 86 el San Blas sentenció el encuentro. Un partido donde el empate habría sido lo más justo, pues ambos estaban igualados en juego, en presión, en intensidad, en control y en ganas.
Ahora mismo ocupan la novena posición en la tabla con 12 puntos. Además, son las cuartas menos goleadas de su grupo. Un buen trabajo que dará frutos.