Nuria es una jugadora muy versátil con un amplio recorrido. Empezando por las Escuelas Deportivas Municipales ha jugado en Sagunto, Elche, Alicante, Oviedo, Alcobendas y Málaga
Nuria Andreu siendo una niña comenzó correteando tras un balón en los Juegos Deportivos locales organizados por las Escuelas Deportivas Municipales de Santa Pola. A veinte años de aquellos días tenemos delante a una mujer apasionada por el deporte, por la enseñanza y por la vida. Su recorrido con el balonmano por la geografía nacional es amplio, extenso y le ha dejado un bagaje de experiencias que se refleja en sus opiniones.
Nuria iba al Colegio Público Cervantes y las Escuelas Deportivas Municipales la reclutaron para jugar al balonmano. Jugó desde alevín hasta cadete y siendo juvenil de primer año fichó por el Sagunto. Cuando pasó a juvenil de segundo año jugó en el Elche Munstang, con sólo 18 años debutó en Elche en la División de Honor Femenina, jugando competición europea, para marcharse posteriormente a Mar Alicante.
Después, formaría parte del Oviedo que logró el ascenso a DHF y, tras jugar con el conjunto ovetense en la máxima categoría, se marchó a Alcobendas, donde también compitió en la Challenge Cup. Posteriormente se fue a Málaga y volvió nuevamente a Alcobendas y desde este año juega en el CB Elche.
Nuria es una jugadora muy versátil, con capacidades para jugar en las tres posiciones de la zona, aunque es el puesto de central donde ella se encuentra más cómoda.
¿Cómo fue tu llegada al club ilicitano?
Al terminar la temporada en Alcobendas me llamó Joaquín Rocamora y me transmitió la idea de que quería que jugara en el equipo. Coincidió con una propuesta de las EDM de Santa Pola, ví que podía jugar y entrenar y tomé la decisión de volver.
¿Cómo encontraste la estructura del club?
En primer lugar, Joaquín me ha sorprendido positivamente. Nos ha inculcado la importancia de cada entrenamiento, el día a día, la calidad e intensidad de cada jornada. El staff técnico lleva una planificación excelente apoyada en el preparador físico Roger Oliva, el entrenador de porteras Manuel Cerver, el médico David y el radiólogo Julio. Podrían estar al frente de cualquier equipo de élite del balonmano español. Es muy difícil jugar contra el equipo ilicitano y yo lo he vivido personalmente.
¿Los éxitos de los subcampeonatos de Liga y Copa a qué se deben?
Fundamentalmente son producto del trabajo. La filosofía es entrenar lo necesario para ser productivas.
Tienenes experiencia en jugar liga europea, ¿cómo analizas el próximo compromiso ante el Mecalia Atlético Guardés?
Venimos de una buena primera eliminatoria ante el Kh7 Granollers y lo primero que siento es que enfrentará al equipo donde juega otra santapolera, Miriam Sempere. Es un equipo luchador, con jugadoras de calidad y que compite muy bien. Ya han estado en Europa y son ganadoras de copa y con un entrenador de mucha trayectoria como José Ignacio Prades. Tengo tres experiencias en competiciones europeas con el Elche, Alcobendas y Málaga y eso te da un plus de experiencia que aportaré al equipo.
El reclamo del club dice “posiblemente la mejor cantera de España”
El club tiene una gran capacidad de sacar buenas jugadoras, desde la base hasta el primer equipo. Hay un ADN muy claro desde pequeñas y una tarea enorme de años en los colegios ilicitanos para captar jugadoras. Lo fundamental es que hay una sólida estructura de club y eso se refleja en todos sus equipos.
¿Cómo analizas el balonmano de Santa Pola en los últimos años?
El paso al frente que ha dado es muy grande y hasta que no estás dentro del club no te das cuenta de tanto crecimiento. En la actualidad hay un equipo en cada categoría, tanto masculino como féminas, así están los benjamines mixtos, alevines, infantiles cadetes y seniors.
Nuria, ¿qué mensaje darías a la ciudad de Santa Pola?
Les diría que el balonmano es un estilo de vida y que pone de manifiesto valores como el sacrificio, el compromiso, la lucha diaria y el compañerismo. Por ello animo a todo el mundo a practicar deportes.
