El Club Náyades Santa Pola de gimnasia rítmica no ha podido tener un mejor fin de semana. Tras un duro entrenamiento, por fin llegó el fin de semana del 17 y 18 de febrero, donde la mayoría del Grupo de Competición tomó parte activa.
El sábado, en el XV Torneo Kayma, en Monforte, se consiguieron cuatro medallas de oro para las deportistas, de Categoría Infantil, Temilope Saka (aro) y María Bukuyenska (mazas) y Laura García (mazas) y Sofía Fairweather (aro) en Categoría Senior.
Además, de allí salieron varios metales: En Categoría Alevín, Vera Roldán (pelota) se llevó la plata y Daria Hodunova (mazas), bronce en Categoría Senior. Se completó la jornada con un meritorio cuarto puesto Ana María Reyes (aro) también en Senior.
Pero, sin duda alguna, además de la alegría por el fruto del trabajo bien realizado, este campeonato ha servido para cargarse de positividad y afrontar con más ilusión la presente temporada.
Liga Provincial
El domingo fue el momento de las más jóvenes del Club, en la I Fase de la Liga Provincial, en Alcoy, donde muchas de ellas actuaron por primera vez. Al igual que sus iconos más cercanos, su presencia en los pódiums fue arrolladora, y todas acapararon el medallero.
El dúo en Categoría Benjamín, compuesto por Alba Cordero y Diana Kushnir, con un ejercicio de manos libres, cautivó tanto al jurado como al público asistente, y fue premiado con un merecido oro. De la misma manera, el conjunto en Categoría Benjamín de Inés Juan, Clauda Mota, María Victoria Martínez y Chloe Boritiza, quienes debutaron en la competición oficial, realizó un espectacular ejercicio coordinado, lleno de plasticidad y color, recibiendo también la medalla de oro.
Con la presea plateada se alzó el dúo Alevín, compuesto por María Rica y Anta Dieng, con sus aros, quienes se sobrepusieron a sus propios nervios para dejar un ejercicio brillante sobre el tapiz.
Desparpajo
Casi al cierre del evento, le llegó el turno a la más pequeña y descarada del Club Náyades, Dalia Roldán (la Minibaby), quien exhibió un ejercicio lleno de desparpajo, algo impropio a su edad, y consiguió obtener una medalla por contagiar la alegría tanto a sus compañeras como al público asistente.
Un fin de semana, esperan desde Náyades, que sirva como prólogo para una temporada emocionante y llena de alegrías para sus deportistas.