
Mari Trini Durá Pérez era apenas una adolescente cuando entró en el mundo de las Fiestas de Moros y Cristianos de Santa Pola. Con 13 años, entró a formar parte de la comparsa Beduinos, con la filà Cadinas, motivada porque algunas de sus amigas pertenecían a la comparsa. Estuvo en ella hasta que cumplió 18 años y, desde los 19 hasta el día de hoy, es componente del boato Indras, el cual se formó especialmente para dicha comparsa.
Este año, ostentaba el Cargo Honorífico de Sultana, algo que no podrá ver hasta 2021 debido a la suspensión de las fiestas por el covid-19. Este hecho le ha producido mucha “tristeza”, porque tanto para ella como para su familia “iba a ser un año realmente especial”. Lo tenían todo preparado, lo que incluye gran parte de los trajes que pensaba utilizar para la semana grande de la villa pesquera, que al menos tendrá la oportunidad de utilizar el año que viene. Aunque no tiene una hoja de ruta clara para esas fechas, simplemente sabe que “hay que ser muy prudentes y respetar mucho las normas de seguridad, para que en 2021 podamos celebrar las fiestas como siempre”.
A nivel emocional, opina que la suspensión de las fiestas “nos afecta por nuestra vena de festeros”, por la gran implicación y porque para muchos de ellos, estos días son probablemente los mejores de todo el año. Aún así, afirma que “por la situación que estamos viviendo, es lógico y normal que los festejos no se celebren”.
Ser Sultana tiene un gran valor para Durá como festera, ya que representar a su comparsa es algo que le hace mucha ilusión. De hecho, cuenta que le encantaría poder celebrar todos los actos, pero “el panorama no está ahora como para eventos con aglomeraciones de gente”. Pone en valor el trabajo de la Concejalía de Fiestas por lo que respecta a la elaboración del programa alternativo, y confía en la concejal Nely Baile para que “todo lo que han programado esté muy controlado”.
Los días previos a las Fiestas de Santa Pola están siendo “muy tristes, porque a estas alturas en una situación normal estaríamos de cabeza con todos los preparativos y con muchos nervios”, algo que este año no está sucediendo. Por ello, Mari Trini dice que estas fiestas “serán muy diferentes, porque no tendremos actos, música o el olor a pólvora característicos del pueblo en su semana grande”. “Lo que más echaré de menos será poder estar con mi gente y todo lo que hacemos durante estos días”, comenta la Sultana. Y añade: “Sobre todo, añoraré no poder ostentar mi cargo como es debido, por lo menos este año. Subir a lo alto del Castillo representando a mi comparsa me hacía mucha ilusión”.