La santapolera Gabriela Amorós presenta su primera exposición individual ‘Estuario Rojo’ en el hall de entrada del Edificio Rectorado de la Universidad de Murcia con 11 de sus obras.
“Estoy muy agradecida, es una oportunidad muy importante para dar a conocer mis dibujos. Estoy ilusionada y muy emocionada con esta exposición”.
La autora define su dibujo como figurativo-simbolista. Amorós reconoce que no tiene un objetivo claro a la hora de transmitir con su obra. “Pienso que en toda manifestación artística, por muy complicada que sea, siempre hay razones sencillas. En mi caso, son razones de felicidad, soy feliz dibujando. La felicidad me lleva a expresarme de este modo. Y lo hago desde niña, dibujar y escribir”.
El nombre de la exposición viene del título de su segundo libro de poemas ‘Estuario Rojo’, que saldrá a la luz en unos meses. Amorós explica que un estuario, propiamente dicho, lo forma la confluencia de las aguas dulces y saladas. “He querido hacer esa confluencia pero aplicarla al ser humano cuando confluye el alma y la materia. Y visualmente hablo de rojo porque hace alusión a todo el sistema sanguíneo”.
Sus dibujos marcan el lado espiritual del ser humano a través de la figura femenina. “Es cierto que hay un componente de sexualidad en los dibujos, pero para mí, el desnudo femenino es un pretexto, no son ni siquiera figuras humanas. A través de ellas cuento lo que quiero”. En sus dibujos hay un discurso narrativo, tienen una base filosófica y literaria.
La autora reconoce que cada dibujo es un reto. “Siempre intento aprender de cada uno de ellos, me enseñan mucho”. Plasma en ellos cosas que le inquietan y le fascinan.
Amorós utiliza fundamentalmente el grafito. “Es lo primero que utilicé cuando era niña, el lápiz, y tiene un valor sentimental y a su vez también tiene connotaciones a la naturaleza”.
Es una enamorada del Renacimiento y del Barroco, y de dos artistas que le han influido mucho que son un ilustrador del siglo XIX Gustave Doré y Leonardo Da Vinci. “Uno de mis sueños hubiera sido poder asistir a su taller”.
Cada una, de las 11 obras, va acompañada de un texto explicativo. “He intentado plasmar lo que aborda en el dibujo”.
Gabriela Amorós no se considera artista, sino amateur. “Hay mucha gente que me conoce que no sabe ni que dibujo ni que escribo”.
La exposición está dedicada a su padre Bartolomé Amorós. “Ha sido una figura muy importante para mí. Me apoyó mucho en el tema del dibujo”.
La exposición estará hasta el 14 de octubre y después se irá a Jumilla al Museo Arqueológico.