SEMANA SANTA | RESUMEN HISTÓRICO DE LAS COFRADÍAS DE SANTA POLA
 

Crónica de las cofradías santapoleras: un recorrido por sus orígenes, imágenes y procesiones

 
Miércoles 9 de abril de 2025 0 comentarios
 

Óscar Baile, presidente de la Junta Mayor de Cofradías y cronista oficial de la Semana Santa, nos ofrece una reseña histórica de las cofradías que integran esta celebración

DAVID P.N. | 28/3/25.- La Semana Santa de Santa Pola, a día de hoy, cuenta con ocho cofradías que dan vida a los distintos actos y procesiones. Así lo explica Óscar Baile, presidente de la Junta Mayor de Cofradías y cronista oficial de la Semana Santa, quien ha ofrecido una interesante reseña histórica de cada una de estas hermandades. A lo largo de los años, las imágenes han ido llegando a la parroquia y a los devotos por diversas vías: donaciones tras la Guerra Civil, encargos a talleres de Olot o al imaginero albaterense Valentín García Quinto, y también la labor de distintos vecinos o familias que impulsaron la devoción.

Cofradía de Jesús Triunfante, Santa Mujer Verónica y Nuestra Señora de la Esperanza y la Paz

La primera de las cofradías que menciona es la de Jesús Triunfante, Santa Mujer Verónica y Nuestra Señora de la Esperanza y la Paz, fundada en 1986. La imagen de Jesús Triunfante fue la primera en encargarse, a la que se sumó al año siguiente la Verónica, y finalmente, en torno a 1989-1990, Nuestra Señora de la Esperanza. Las tres obras son del imaginero albaterense Valentín García Quinto. Jesús Triunfante procesiona el Domingo de Ramos en la tradicional Procesión de las Palmas, conocida popularmente como el Pas de la Burreta. La Verónica protagoniza un emotivo encuentro con Jesús Nazareno el Martes Santo, a las puertas del Castillo. Por su parte, Nuestra Señora de la Esperanza y la Paz desfila el Viernes Santo en la solemne Procesión del Santo Entierro.

Cofradía de Jesús de Medinaceli

Le sigue la cofradía de Jesús de Medinaceli, cuya fundación data de 1997. La imagen, también obra de García Quinto, fue inicialmente encargada por un grupo de jóvenes de la parroquia. Con el tiempo, se constituyó la cofradía que hoy preside Antonia Chacopino Baile. La imagen, expuesta a la veneración en la parroquia, sale en procesión el Viernes Santo.

Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno

Otra de las más antiguas en actividad es la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, cuya imagen, adquirida por Tomás Buades Martínez tras la Guerra Civil, es originaria de Olot. En 1984 se constituyó la cofradía que desde entonces la saca en procesión. Actualmente presidida por Paqui Botella Abad, esta imagen cuenta con una gran devoción entre la ciudadanía. Procesiona el Martes Santo, protagonizando el tradicional encuentro con la Verónica, y también participa en la procesión del Viernes Santo. Su característico movimiento de paso, con cadencia de caída, aporta gran realismo y emoción.

Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía y Cruz del Mar

La Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía y Cruz del Mar, presidida por Miguel Ángel Miñarro Sempere, fue fundada en 1984 y es especialmente querida por su profundo vínculo con el mar y la tradición marinera del municipio.

En el año 1989, se incorporó a esta cofradía la Cruz del Mar, una pieza simbólica tallada por astilleros locales, que desde entonces forma parte esencial del Vía Crucis del Mar, celebrado cada Miércoles Santo. Esta procesión comienza con una oración en recuerdo de los marineros fallecidos en el mar y recorre un itinerario singular: parte desde el puerto, asciende hasta la ermita del Calvario y concluye en la parroquia. Se trata de un acto muy emotivo y singular de la Semana Santa santapolera.

La imagen principal que procesiona el Jueves Santo y el Viernes Santo es conocida popularmente como el Santísimo Cristo de la Agonía. No obstante, su nombre original es Santísimo Cristo de la Paz, bajo el cual fue bautizada y entregada a la parroquia en 1910 por Tomás Buades López. Este vecino de Santa Pola, vinculado al sector pesquero, sintió una profunda devoción por el Cristo de la Paz de San Juan de Alicante, lo que le llevó a encargar una imagen similar para la parroquia local.

Desgraciadamente, esta primera imagen fue destruida durante la Guerra Civil. Al finalizar el conflicto, los cinco hijos de Tomás Buades —Joaquín, Jerónimo, Tomás, Antonia y Teresa Buades Climent— decidieron rendir homenaje a su padre donando una nueva talla idéntica al Cristo de la Paz original.

Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad (Mare de Déu del Calvari)

La Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad, también conocida como la Mare de Déu del Calvari, está presidida por Salvadora Baeza Andreu y representa una de las imágenes más veneradas de la Semana Santa santapolera. La talla, de procedencia olotense, se encuentra ubicada en la capilla del Calvario, lugar donde se sitúa el Viacrucis de especial simbolismo para los fieles del municipio.

Fundada en 1984, esta cofradía ha sabido conservar una profunda tradición litúrgica: el rezo del Vía Crucis antiguo de Santa Pola, que tiene más de 200 años de historia. Este acto piadoso se realiza los miércoles y viernes de Cuaresma, y está considerado uno de los patrimonios inmateriales más antiguos relacionados con la Semana Santa en la localidad.

Su origen se remonta a los años posteriores a la Guerra Civil, cuando la escultura original fue destruida. Fue entonces cuando Rita Ramis Pérez, esposa de Lloret y propietaria de un almacén de redes, donó una nueva imagen para reponer la pérdida.

La imagen de Nuestra Señora de la Piedad cobra especial protagonismo en la tarde del Viernes Santo, cuando desciende en solemne procesión desde la capilla del Calvario hasta el centro del municipio. Esta marcha se convierte en un momento de recogimiento y fervor, uniéndose finalmente a la procesión del Santo Entierro de Cristo, conformando uno de los actos más emotivos y tradicionales de la Semana Santa santapolera.

Cofradía del Cristo Yacente

Fundada en 1984 y presidida actualmente por María Pomares Jiménez (Maru), la Cofradía de Cristo Yacente representa uno de los pilares históricos y espirituales más significativos de la Semana Santa de Santa Pola. Esta hermandad acoge en su seno dos imágenes de gran valor devocional: el Cristo Yacente y el Ecce Homo.

La talla del Cristo Yacente, de origen olotense, se encuentra expuesta permanentemente a la veneración de los fieles en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Fue la primera imagen en procesionar a hombros, llevada por doce costaleros, marcando un antes y un después en la historia de las procesiones santapoleras. Su desfile cada Viernes Santo se caracteriza por la solemnidad, el respeto y el recogimiento que suscita entre vecinos y visitantes.

El Ecce Homo, por su parte, también tiene una historia muy especial dentro de esta cofradía. La primera imagen fue donada en 1986 por Mariano Caballero y los hermanos Manuel y José Torregrosa. Sin embargo, diversos contratiempos llevaron a que esta talla se reconvirtiera en busto en el año 2005. Desde entonces, permanece en la hornacina del Cristo Yacente en la parroquia, donde continúa siendo objeto de culto.

Para continuar participando en las procesiones, la cofradía encargó una nueva talla al Taller de Arte Religioso Salmerón, en Socuéllamos (Ciudad Real), una obra costeada íntegramente por las Costaleras. Y es que, en 1992, el Ecce Homo hizo historia al conver-tirse en la primera imagen de Santa Pola en ser portada por mujeres, marcando un hito de participación femenina en la Semana Santa local. Hoy, la imagen se encuentra al culto en la Capilla de San Antonio de Padua, en Playa Lisa.

Otra de las particularidades de esta cofradía es que fue pionera en la organización de actos de investidura, una tradición que mantiene desde 1990. Para entrar a formar parte de la hermandad, los nuevos miembros deben ser apadrinados por cofrades veteranos. Este simbólico acto se celebra en años pares y refuerza el sentimiento de pertenencia y compromiso.

El Ecce Homo desfila cada Jueves Santo, mientras que el Cristo Yacente lo hace el Viernes Santo, protagonizando momentos de gran intensidad emocional. Con su doble representación del dolor y la pasión de Cristo, la Cofradía de Cristo Yacente sigue siendo un referente de fe, tradición y evolución dentro de la Semana Santa santapolera.

Cofradía de la Dolorosa

La Cofradía de la Dolorosa, fundada en 1984, es una de las más emblemáticas de la Semana Santa de Santa Pola. Su presidenta actual es Toñi Ruso Leguey, y desde su creación ha mantenido viva una de las imágenes más antiguas y veneradas del municipio.

La talla de la Virgen Dolorosa es una imagen de vestir, realizada en madera y de alta calidad artística. Su origen se remonta a los años 40, cuando fue encargada a un taller madrileño cuyo nombre no ha trascendido por mediación del entonces vicario parroquial Don Narciso Catalán Romero. Desde entonces, esta imagen ha estado estrechamente ligada a la religiosidad local, convirtiéndose en un símbolo de recogimiento y devoción.

Es la protagonista del tradicional Septenario de los Dolores, durante el cual se le canta la Salve Dolorosa, una manifestación litúrgica y emocional que forma parte del patrimonio inmaterial de Santa Pola.

La imagen procesiona cada Viernes Santo, vestida de riguroso luto, y su presencia despierta una fuerte emoción entre los fieles. La Dolorosa no solo representa el sufrimiento de la Virgen, sino que también encarna la memoria y la tradición más arraigada de la Semana Santa santapolera.

Cofradía de la Inmaculada Concepción

Entre las imágenes más arraigadas en la Semana Santa santapolera se encuentra la de la Inmaculada Concepción, cuya cofradía está presidida por Inmaculada Jaén Ibáñez. Esta imagen forma parte activa de la celebración desde el año 1940, siendo una de las más antiguas en participar en los actos procesionales de la localidad.

Una de las características más singulares de esta cofradía es que, siguiendo la tradición, la imagen es portada exclusivamente por jóvenes solteras del municipio, una costumbre que ha perdurado generación tras generación.

Cada Domingo de Resurrección, la Inmaculada toma parte en la procesión del Santo En-cuentro, saliendo vestida de luto con mantilla, en señal de duelo. El momento más simbólico del acto se produce en la Glorieta, cuando la imagen se encuentra con el Santísimo Sacramento. Es entonces cuando una persona especialmente designada por la Junta Mayor de Cofradías, en reconocimiento a su compromiso con la vida parroquial, realiza el gesto de retirar el luto a la Virgen, simbolizando así la esperanza y la renovación espiritual.

La cofradía de la Inmaculada no solo mantiene viva una imagen con más de ocho décadas de historia procesional, sino que también conserva una de las tradiciones más emotivas y significativas de la Semana Santa de Santa Pola.

 

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