A mí me ha venido bien”. Esa fue una de las frases con las que uno de los expositores de Firanautic se refería a esta recién nacida Feria Náutica. La concejal de Comercio e Industria, Encarnación Mendiola, el técnico de Comercio responsable de la organización, Juan Carlos Vicedo y el alcalde, Miguel Zaragoza, mantuvieron una reunión con los participantes para hacer balance.
Las empresas asistentes al balance declaraban que la feria ha sido “una gran oportunidad para crear contactos y ampliar la cartera de clientes”.
Vocación de futuro
Firanautic ha nacido con vocación de futuro y de consolidarse como otro referente más de cara al puente de mayo. Una fecha que ha propiciado no sólo un atractivo más a los visitantes habituales, sino que ha abierto un nicho de futuro. Tal es así que Mendiola mostró la firme intención de crear una “mesa de trabajo de cara al año próximo”, en la cual invitó a integrarse a las empresas asistentes además de hacerlo extensivo a toda empresa u organización del ramo que no hayan tomado parte en esta edición. La finalidad de este equipo de trabajo, “es la de aportar ideas y mejoras, generar sinergias entre el tejido del sector y la industria especializada, potenciar la economía”.
Nave de flotadura
No obstante, de la reunión que se mantuvo ya se generaron peticiones. Una de ellas, a la cual Zaragoza “cogió el guante”, fue la de Alejandro Pérez Ojeda, de habilitar un espacio de construcción de barcos y actividades satélite para crear empleo para Santa Pola, para que se instalen empresas de la localidad y para que éstas no tengan que emigrar a otras localidades. Todo ello, además, a través de la creación de escuelas taller y ciclos formativos de Formación Profesional en materia náutica con profesores de Santa Pola, como podrían ser los profesionales del mar que hoy en día están jubilados.
La intención de abrir la feria al ámbito universitario fue patente. En este último sentido, se barajó aumentar la cabida de la tecnología naval y de las posibilidades turísticas del mundo náutico a través de la colaboración con facultades de Ingeniería y Turismo. La tormenta de ideas sacó a relucir actividades como el turismo subacuático y medioambiental y la arqueología marina.