MÚSICA
 

Tangerine Flavour prepara el 2024 en Santa Pola tras tocar el cielo del bluesman en Estados Unidos

 
Viernes 27 de octubre de 2023 0 comentarios
 

- A punto de lanzar nuevo trabajo, la banda está preparando disco para 2024, en el que incluirán un tema dedicado a Santa Pola, su particular retiro y santuario

Es en la villa marinera donde los miembros de Tangerine Flavour encuentran la inspiración necesaria para componer unos temas que, han sonado en directo en su gira en Estados Unidos (finales del mes de septiembre). Austin y Houston (en Texas); Memphis y Nashville (en Tennessee) y Opelika (en Alabama) han acogido la presentación de su album ‘Empty Fantasies’.

Pablo A. Martín es uno de los fundadores de Tangerine. Está ligado a Santa Pola como decenas de miles de personas a lo largo del territorio nacional. Su infancia, sus fines de semana, sus vacaciones tienen sabor santapolero: “desde que nací. Mi familia siempre ha tenido casa en Gran Playa. Aquí compuse mi primera canción, han pasado muchos episodios importantes de mi vida. La primera vez que tocamos fuera de Madrid fue en Alicante, y nos quedamos en mi casa. En ese momento nos creíamos los Rolling... estábamos de gira, en el Mediterráneo, tocando, cantando...”.

Punto de inflexión

Desde ese momento, desde ese “punto de inflexión”, decidieron que todos los años harían una parada en Santa Pola, “independientemente de si tocábamos o no por la zona. Nos comprometimos a estar una temporada aquí. Componiendo, aprovechando que hace frío y que podemos estar a nuestro aire, rodeados de poca gente”. Muchas han sido las canciones de Tangerina que han nacido en la villa y, de hecho, “estamos preparando una canción para nuestro décimo aniversario que habla de Santa Pola”.

El hecho de que éste fuera el sitio donde, por primera vez, se sintieron una banda de gira, ha influido en sus letras, a lo que hay que añadir que “hemos conocido gente guay por aquí, hemos salido por aquí y hemos firmado noches muy locas”. Para Pablo A. Martín, fue Santa Pola quien vio nacer su cara de compositor musical: “Era un crío y tenía una novia en la otra punta de España. Una canción de amor, lo típico de las primeras canciones”.

Siempre ligados, siempre unidos a la villa, “porque queremos que siga siendo nuestro santuario. No todo va a ser tocar y ensayar. También queremos irnos a un sitio donde estamos a gusto. Tocar, componer y disfrutar de nuestra amistad”.

De arroces y atardeceres

Por increíble que parezca, nunca han tocado en directo en la localidad, “pero todo se andará”. Paradógicamente, han tocado mucho en Alicante y Murcia, los sitios donde más han girado fuera de Madrid. Por este motivo, Martín animaba a los promotores locales: “si alguien quiere, estamos más que dispuestos”.

Confiesa que son unos locos de la música, y que el tiempo que pasan concentrados lo dedican, en su mayoría, a su gran pasión. “Pero la gastronomía local es maravillosa. Y lo que más nos llena, es la capacidad que ofrece Santa Pola para desconectar. Aquí bajamos revoluciones, terminamos de componer o componemos nuevos temas. También hemos hecho muchas paradas técnicas, porque aquí se está mejor que en ningún hotel”.

Santa Pola, su refugio

Para Pablo, los espacios santapoleros son altamente familiares. Destaca, especialmente, los cambios que ha experimentado el Castillo, el paseo nuevo (“con música en directo”), la lonja, pasearnos por los barcos y hacernos unas fotos. Los atardeceres en Tamarit son increíbles, al igual que los arroces, que son los mejores”. Santa Pola es su refugio.

Asegura que, aunque son una banda madrileña, “casi todos los momentos que nos han marcado han sido fuera. Aquí fue, siendo unos críos, donde nos dimos cuenta de que estábamos de gira, que éramos una banda que podíamos salir fuera, tocar en otro sitios. En Toledo, por ejemplo, conocimos a Alfonso Ferrer”. Y, como bien indica Pablo A. Martín, “decimos que somos de Madrid, pero el bajista en de Angola, el batería de Panamá y el otro guitarrista de Cartagena. Todos vivimos en Madrid... un poco como la ONU, pero sin movidas”.

Regreso americano

“La verdad es que ha salido todo mejor de lo que nos podíamos imaginar”. Éste es el balance que Pablo hace de su paso por Estados Unidos, por su gira americana, que les ha llevado a seis citas musicales en tres estados. “Ciertamente, íbamos un poco asustados. Vas allí a tocar música que se inventó allí, apareció allí, floreció junto al Mississippi”, explica.

Un gran peso para una banda que toca ritmos americanos, porque el público está acostumbrado a ellos, sabe lo que escucha, y la sorpresa ha sido grande cuando han comprobado “que gustaba, que te seguían, te compran. Ha sido una pasada y allí vimos lo que nos gusta. La grasa. Los sitios míticos. Pudimos visitar Sun Records, la tumba de Elvis, cruzamos el río Mississippi”. Si a todo esto le sumas la buena acogida, “y que la gente nos ha abierto sus brazos, porque la hospitalidad sureña es cierta, ha sido increíble”.

Señala, además, que Austin puede ser en estos momentos “la mejor ciudad, del mundo, para la música. Nos quedamos soprendidos. También tuvimos la oportunidad de grabar en Memphis y... no sé... parece que allí se toca mejor”, asegura Pablo.

Conexiones

Además de tocar y grabar, también han tenido tiempo para la convivencia, para estar en contacto con grupos emergentes. Abundan en el hecho de que España acoge un festival, el Pueblos Blancos Music Fest, en la sierra entre Cádiz y Málaga, “que nace con la idea de unir a bandas de Austin y de aquí. Diríamos que es casi una feria, donde un montón de bandas tocan en cuatro pueblos chiquititos. Es un punto de encuentro, un centro donde nacen ideas y, de ahí, han salido los bolos americanos. Nosotros echamos una mano a grupos de allí, y viceversa”.

Son las conexiones, los lazos de unión entre músicos, quienes permiten crecer y expandirse a bandas pequeñas que están en sellos pequeños, “la relación de ayuda mutua es preciosa. Y la gente de allí nos ha dejado guitarras, nos ha dejado casas,... fuimos con las manos en los bolsillos, porque los portes son inasumibles, y tuvimos instrumentos, músicos para las grabaciones, nos dejaron hasta amplis con los que tocó el propio Willy Cos”. Resulta paradójico, por otro lado, que dentro del panorama nacional “nos estemos tirando los trastos a la cabeza entre bandas de forma absurdas”.

Cultura de sala

Aunque la cultura musical es mayor, “y yo no cambiaría España por nada”, sí que es más fácil vivir de ello en Estados Unidos. “Hay música a todas horas. A nadie le molesta. En todos los restaurantes hay directos, ellos salen a conciertos, pagan bien a los músicos, porque son parte imprescindible de su vida social. Eso ayuda”.

El soul, el blues, el rock and roll, el rock clásico “ha surgido y vive en esa zona. También se nota... e impresiona el ver en directo todo aquello que tienes referencia por el cine o la televisión. Es como un sueño hecho realidad. No hay tanta diferencia, no hay bandas mucho mejores o salas mucho mejores, ni el sonido es maravillosos. En lo palpable no hay tanta diferencia, pero en la cultura musical, el directo, lo intangible sí que lo cuidan mucho más. En eso deberíamos aprender”.

Sí que quiso hacer Pablo una reflexión acerca de las salas, “porque parece que nos estamos olvidando de ellas, apostando por los festivales. Las salas, para el tejido de abajo, de los sellos pequeños, los grupos, son imprescindibles para tocar, despegar”. Una cultura de normalización del directo que, en su opinión, sí deberíamos importar.

Nuevos temas en la calle

Justo antes de su paso por América, Tangerina Flavour lanzó una versión de Tennessee Whiskey, “un clásico del country que hizo más popular a Chris Stapleton, que a nosotros nos gusta mucho”. Se han juntado con Andreu Montaner (actual cantante de Desterrados y anterior cantante de Trogloditas), más David Crea (guitarrista de Enemigos) y salió la versión.

Pablo A. Martín espera que, en breve, salga el primer sencillo del nuevo disco, grabado en el Puerto de Santa María, “y esperamos que sea realidad antes de fin de año”. El año que viene, gira y que siga todo hacia delante. “Lo peor de la pandemia ha sido el espacio entre los discos. El primero fue en 2018 y, el segundo, en 2023. No queremos que vuelva a pasar tanto tiempo, por lo que queremos que haya un LP en 2024, con canciones de Memphis”.

Huyen de lo “moderno”, que es eso de sacar un sencillo al mes, “pero cuando son tres personas las que componen, el material se acumula y arracan los sudores fríos de canciones en el cajón”. La gira de Empty Fantasies se cierra en Almería, luego descanso para ensayar y rearmarse y, el año que viene, “nuevo disco, con todo lo anterior, más los temas nuevos en los que estamos trabajando. Aunque siempre tocamos antes y vamos probando en directos. Hay que testear para ver la versión del público y de otros productores. Es importante salir de tu burbuja y recibir opiniones de fuera”.

Anecdotario

Rememora Pablo alguno de los “grandes momentos” vividos en Estados Unidos. Fernando y él decidieron quedarse unos días más allí para terminar de perfilar los temas que grabaron en Memphis, “Alex se iba y realizamos una mañana espiritual. Visitamos la tumba de Elvis, donde vimos a señoras que lloraban todo el rato. Graceland, Elvis, imponen por su trascendencia”.

Como si fuera el Jordán, decidieron bautizarse en el Mississippi, como mandan los cánones del bluesman, “sin planearlo, pisamos la Carretera 61, la que recorrían los bluesman, que te lleva hasta Chicago. De pronto, Fernando para la furgoneta, en un cruce de caminos, como Robert Johnson (y su famosa leyenda de vender el alma al diablo por tener éxito)”.

Escuchando blues del Delta antiguo, en su Chevrolet Silverado roja, en un cruce de caminos, rodeados de plantaciones de algodón y en la Old Highway 61... “de pronto fue como, madre mía. Todo lo que has oído, todo lo que has escuchado de la venta de almas. Fernando, que es de Angola, el mayor puerto esclavista de África. Todo eso de golpe y terminamos echándonos el agua en el Mississippi... era como una nube”.

Al ser domingo, acudieron al servicio religioso del reverendo Al Green, “y vimos su misa, escuchamos su gospel. A partir de ahí, ya puedes irte tranquilo a Madrid y hacer lo que quieras, porque has tocado el cielo musical”.

A todo esto hay que añadir la gente, los conciertos, la grabación, “pero ese fue uno de los mejores días de nuestra vida”.

¿Gira europea?

Toda vez que la chinita americana está fuera del zapato, tienen la vista puesta en Europa. Ya han tocado en Portugal y, para 2024, esperan dar bolos en Inglaterra... “pero también en Santa Pola, que estamos dispuestos cuando quieran y como quieran”. Recurrentemente, quieren regresar a América, “pero en Europa son muy exigentes, por lo que estamos trabajando con la discográfica”. Quizás, incluso, el Ryman Auditorium de Nashville, lo que sería un sueño.

Hablando de futuro, espera que en un futuro puedan vivir, íntegramente, de la música. “El chascarrillo que hago siempre es que, vivir de esto con una banda como Tangerine, es complicado. No valemos para ser músicos de estudio o tocar para otras bandas. Nosotros decidimos tocar para nosotros o con gente que nos guste mucho. Pero hacer eso significa abrir la nevera y que no esté llena. Ojalá en algún momento podamos decidir centrarnos en el grupo. A día de hoy, cogemos otras cosas, porque si no hay meses muy buenos y otros no tanto. Estamos cerca, pero es imposible de momento”, afirma Pablo.

Fernando y Pablo se conocieron en la escuela de ingenieros agrónomos de Madrid, pero Fernando pasó a Minas, y ahora presta servicios en una consultoría. Pablo, actualmente, es socio de la discográfica en la que militan, “y dentro de lo que cabe sí que vivo de la música”. Alex estudió filosofía, “y como buen estudiante de filosofía, trabaja en otra cosa, y está de traductor”. Miguel, el más joven, estudia sonido en Madrid, por lo que vino en exclusiva desde Panamá. Fernando y Pablo son los más viejos... 30 y 29 años, y conocen el sabor efímero del éxito, “pero siempre cogemos trabajos que nos permitan dedicarnos a la música. Ojalá en algún momento podamos dedicarnos a ensayar, componer y girar”.

Varias voces para componer

Este puede ser uno de los efectos positivos de la pandemia pero, por desgracia, hay también muchos negativos. “Ahora cuando estamos comprobando el daño que ha hecho a la música, a los directos. Muchas son las salas que han cerrado, muchos festivales no se van a hacer, muchas bandas han desaparecido. Aunque a nosotros no nos afectó mucho en primer término, el universo musical sí se está resintiendo. Notamos más las secuelas ahora que en ese momento”.

Tanto Fernando, cantante y bajista, como Pablo A. Martín han sido quienes han compuesto durante todas las épocas del grupo, que ha experimentado varios cambios de formación. “En este segundo disco, Alejandro Vizcaíno, de Cartagena, aporta su voz y composiciones también. Normalmente, cantamos varios, porque componemos varios, consideramos que sale mejor así”.

Covid y sonidos

Gracias a Ferrer encontraron ese sonido que les llevaría a ser considerados como una de las bandas “americanas” dentro del panorama nacional, “es el sonido que más nos gusta, con el que nos sentimos más cómodos”. Es a partir de 2021 cuando experimentan esa refundación, ese cambio que les ha permitido lanzarse y ser considerados unos puntales de la escena alternativa. Pablo explica que “al terminar la gira del primer disco, decidimos trabajar con Josu García, guitarrista y productor musical de Loquilo o Tequila. Estaba todo preparado, pero vino el Covid, problemas, cambios de formación y, sin quererlo, llegó el estilo más jazzístico, más soul, y salió el disco Empty Fantasies, que seguimos presentando”.

Gracias al nuevo sonido y a la discográfica MusicHunters Records han entrado por la puerta de más medios de comunicación, han conseguido girar más, incluso en Estados Unidos. Salen los números, salen seguidores “y estamos preparando el tercer álbum que grabaremos también fuera de Madrid. En Cádiz, en el Puerto de Santa María. Somos un poco nómadas”.

La pandemia fue dura para todos, pero dentro de lo malo, ellos sacaron algo de positivo: un nuevo concepto. “Pero sobre todo componer”, asegura Pablo A. Martín, quien relata cómo se vio sin ningún tipo de ingreso en la cuenta, “pillé el primer trabajo que pude, que fue de reponedor en el Alcampo. Me vino genial, porque trabajaba pocas horas y por la noche. Al llegar a casa, desayunaba, componía y grababa. Casi como si fuera un deporte. Evidentemente, salió mucho tema mediocre, pero también otros que estuvieron en la criba del segundo disco. De hecho, a Josu le mandamos casi 80 temas... para dejarlo en diez”.

A los jóvenes

A aquellos que quieran dedicarse a la música sólo les dice la verdad: “hay muchos que te dirán lo que debes o consideran que debes hacer. Nosotros somos una banda española, que hacemos rock americano, soul, estilos minoritarios. Además, todo en inglés. Mi consejo es que, el que quiera dedicarse a esto, que tenga paciencia”.

Define al mercado como algo “de largo recorrido”, por lo que debe gustarte mucho lo que haces. “Con lo que te va a costar, con los sacrificios que se ha de hacer, si no se está encantado con ello, es insoportable”. Muchas bandas no pasan de los dos años, “nosotros casi diez. Siempre hemos hecho lo que nos ha gustado. Hay que buscar una estrategia, sí, maximizar recursos, también, pero si no haces lo que te gusta vas a terminar tirándote de los pelos y odiando esto, la música, mandando todo lejos”.

Pide a los que arrancan que no busquen estribillos, o que canten en español... que hagan lo que les guste, “porque es muy difícil llegar y, si se hace, es por constancia, no por hacer lo que te digan o hagan los demás... como un single al mes. Si hacemos las mismas cosas que C Tangana y Rosalía, no funcionará. Porque eso les funciona a ellos, no a ti, que tienes una banda con cuatro amigos. Habrá que hacer lo que no hace la gente”.

 

Comparte este artículo

 
 
 

Comentarios

 

Artículos relacionados

 

 

CARTAS AL DIRECTOR

PACO, NOSOTROS SEREMOS TU MEMORIA
Roque Miguel Alemañ Bonet 13 de septiembre de 2022
A LAS TRABAJADORAS SOCIALES DE SANTA POLA
Carlos A. Pinto 23 de diciembre de 2020
A ROBERTO LÓPEZ
María del Carmen López Pomares 23 de diciembre de 2020
CUANDO EL KARMA EMPIEZA A DEVOLVER A CADA UNO LO SUYO
Roque Miguel Alemañ Bonet 20 de noviembre de 2020
OBITUARIO JULIO BAEZA
Manuel Ortuño Cerdá-Cerdá 20 de noviembre de 2020

Periódico Santa Pola © Copyright 2016, todos los derechos reservados.

Diseño: Baluarte Comunicación s.l.