Santa Pola cambiará, por fin, sus tan estropeados contenedores de basura. La noticia se hizo oficial el pasado viernes, cuando se aprobó con los votos en solitario del Partido Popular, la abstención socialista y el voto en contra de EU y Compromís, el ampliar un año más (hasta 2017) el contrato de la empresa concesionaria del servicio de recogida de basuras, Urbaser.
Esta ampliación de contrato se ha visto motivada por la oportunidad y necesidad del cambio de contenedores. Oportunidad porque, tal y como indicaba la concejal del área, Loreto Serrano, “los contenedores ya han cumplido sobradamente su vida útil y periodo de amortización, diez años, por lo que estábamos en disposición de solicitar a la empresa un cambio integral no sólo de éstos, también de las papeleras”.
Hay que recordar que se optó por un modelo de contenedor, así como de papeleras, que era metálico pero, pese al tratamiento anticorrosión que han tenido, los municipios costeros, por su especiales condiciones climáticas y de salinidad en el ambiente, perjudican más a los elementos metálicos.
Casi 800 contenedores
Serrano aseguraba que, a cambio de esta prórroga de un año en el contrato (que pase de tener fecha tope de marzo de 2016 a marzo de 2017), “Urbaser realizará una inversión de 858.000 euros para el cambio integral de todos los contenedores del municipio”. Una inversión que contempla 500 contenedores de polietileno de alta densidad de 3.200 litros; 123 contenedores para el reciclado de envases; 123 contenedores para el reciclado de papel (más aquellos que se encuentren en buen estado, los cuales será reutilizados); 50 contenedores de 1.00 litros más 400 papeleras del mencionado material, “las cuales serán instaladas a lo largo del pueblo, puesto que hemos comprobado que, al ser metálicas, presentan el mismo estado que los contenedores actuales”.
Nueva maquinaria
Otra de las importantes novedades que traerá consigo esta ampliación de contrato es la adquisición de una máquina especializada que, entre sus características destaca que es capaz de bombear agua a una temperatura de 360 grados. “Desde hace tiempo”, declaraba Serrano, “el Ayuntamiento venía buscando maquinaria capaz de quitar del todo los orines de perro de aceras fachadas y esquinas, así como los chicles y pintadas. Gracias a los avances técnicos ha aparecido en el mercado algo capaz no sólo de realizar estas acciones, también la de eliminar la hierba que puede llegar a crecer en aceras y las humedades o suciedad más incrustada”. A este respecto, adelantaba que se han hecho pruebas en el Castillo, “las cuales han tenido un resultado espectacular”.
Por el civismo
Aprovechaba la ocasión para pedir a los ciudadanos un uso más cívico de los elementos con los que cuenta el Consistorio, “porque, entre otras cosas, si dejamos bolsas de basura o cartones fuera de los contenedores, junto al pedal, éste termina rompiéndose y haciendo inútil el mecanismo de apertura de las tapas”. Por otro lado, aseguraba, respecto a limpieza general de la calle, “que somos todos los que hemos de poner nuestro grano de arena para que podamos mantener Santa Pola limpia. A los dueños de perros les pido especialmente que no sólo lleven una bolsa, también que porten un botella con agua y desinfectante para verter sobre las micciones de los animales”.
Insistía en el concepto de que “no es por falta de medios personales y materiales, sino por un uso inadecuado por el que Santa Pola no presenta un mejor aspecto de limpieza”. Señalaba, por ejemplo, que de nada sirve poner papeleras nuevas, “si éstas continúan utilizándose como si fuera un contenedor más, arrojando bolsas de basura. O si no recogemos la caca, tiramos los chicles o permitimos que nuestros perros orinen en cualquier esquina, farola o chapa metálica”.
Finalmente, la concejal apelaba a la concienciación ciudadana y al esfuerzo común para “entre todos, lograr un municipio más limpio y ofrecer la mejor de nuestras imágenes para un sector turístico que proporciona gran cantidad de trabajo”.