Oscar Baile, cronista oficial de la Semana Santa santapolera, asegura en su obra de 2014 que el origen de la misma habría que buscarlo en el Calvario y el rezo del Vía Crucis, que llegó a nosotros por medio de los Hermanos Franciscanos Menores. Así lo recoge Pepa Blasco, Pregonera de la Semana Santa 2023 en su pregón, quien añade también que durante toda la Cuaresma se rezaba los miércoles y viernes.
Siguiendo con las palabras de la pregonera, hay tres etapas en las procesiones de la villa marinera: La primera del siglo XVIII hasta 1936, con pasos en la calle en Domingo de Ramos; Santo Entierro el Viernes Santo; el Domingo de Pascua, con el Santísimo bajo palio; y el día de San Vicente la llamada del “Combregat”. La segunda etapa arranca tras la Guerra Civil, incorporándose la procesión del Jueves Santo (El Silencio). La tercera etapa abarcaría desde los ochenta hasta la actualidad.
Para Santa Pola ha de suponer un orgullo el contemplar los pasos en las calles, pues son tallas legadas por nuestros antepasados, como explicó Blasco, “tallas que vinieron a reemplazar a las que se perdieron durante la Guerra Civil y, gracias al tesón de las Cofradías, siguen procesionando año tras año”.
Somos un pueblo valenciano y, por tanto, la música es un elemento indispensable de las celebraciones: actuación de coros, misas cantadas, conciertos, actuaciones de bandas de música, o de tambores y cornetas en procesiones y tamborrada de Resurrección.
Viernes de Dolores, 31 de marzo (19:30 h)
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El 31 de marzo se pone fin al Septenario de la Virgen de los Dolores (La Dolorosa), con una misa de hermandad a las 19:30 horas en la Parroquia. Se entonará el Stábat Mater, de Pergolesi, cuya primera estrofa ilustra claramente el dolor y la congoja que debió sentir la Virgen María en aquellos momentos. Al finalizar la misa se cantará, en homenaje a la Virgen, la Salve Dolorosa del Maestro Quislant Botella, de 1917.
Misa de Hermandad Cofradía Ecce Homo y Cristo Yacente, 1 de abril (20:00 h)
El sábado, 1 de abril, a las 20:00 horas, en la Parroquia, tendrá lugar la misa de hermandad de la Cofradía del Cristo Yacente y Ecce Homo.
Sobre la talla del Ecce Homo, Pepa Blasco señala que ésta representa el estado en que quedó Jesús tras el martirio sufrido. La talla pertenece a la cofradía del Cristo Yacente desde 1986. En la actualidad, la imagen muestra a un Cristo de pie cubierto con una capa roja, sujetando una caña entre sus manos a modo de cetro y coronado de espinas.
La imagen es de madera policromada, y fue sufragada por sus costaleras. Procede del taller de arte religioso de Salmerón, en Socuéllamos (Albacete), todo un referente en cuanto a imágenes de Semana Santa a nivel mundial. Procesiona desde 1986 y, a partir de 1992, es portada a hombros por un grupo de costaleras. Desde 1997, cada costalera utiliza una caña con la que acompasa su paso golpeando el suelo al unísono con los tambores. Está depositada para su contemplación en la iglesia de San Antonio de Padua de Playa Lisa.
Por lo que se refiere al Cristo Yacente, ésta representa el entierro de Jesús. La imagen fue sufragada por la iglesia y procede de Olot.
Domingo de Ramos, 2 de abril (09:00 h)(11:00 h)
El Domingo de Ramos es un día de júbilo y alegría. Comienzan temprano los actos, a las 09:00 horas, con la celebración de la eucaristía en la Parroquia. A las 11:00 horas, en la Plaza de la Glorieta, bendición y Procesión de las Palmas, con la imagen de Jesús Triunfante procesionando. Al finalizar la misma, Misa Mayor con la participación del Coro Los Romeros. Por la noche, a las 20:00 horas, ecuaristía.
Éste es un día especial, de pura celebración, donde los niños tienen un gran protagonismo. Todo el pueblo se reúne en la Glorieta para la bendición de las ramas de olivo, palmas o ramos artesanalmente trabajados en la vecina localidad de Elche y adornados con lazos y caramelos. Antaño, al igual que hoy, lo pequeños iban, literalmente, “punta en blanco”, con vestidos hechos a mano y almidonados para ser más radiantes. Obligado, aunque sólo fuera en una pequeñita cosa, era hacer honor al refrán: “Domingo de Ramos el que no estrena no tiene manos”. Después, la consabida foto en la glorieta.
Desde 1986 procesiona la imagen de Jesús Triunfante, que expresa la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, siendo aclamado por un gentío que alfombraba las calles con sus palmas. La imagen de Jesús Triunfante es del albaterense Valentín García Quinto. Es una talla de las consideradas de vestir. La cabeza, las manos y los pies de Jesús son de yeso y el cuerpo de madera. Pertenece a la cofradía de Jesús Triunfante, en la que también se encuentran las imágenes de la Santa Mujer Verónica y Ntra. Sra. de la Esperanza y la Paz.
Lunes Santo, 3 de abril (21:00 h)
El Lunes Santo tenemos eucaristía a las 09:00 horas en la Parroquia, siguiendo con confesiones entre 18:30 y 20:00 horas. Se repite la eucaristía a las 20:00 horas para, a las 21:00 horas, celebrarse la Procesión del Cristo de la Buena Muerte, con salida desde la Capilla de la Virgen de Loreto. Aquellos que quieran hacer un donativo, pueden realizarlo comprando alguna de las velas que se ponen a la venta en la Capilla (precio: dos euros).
La talla que procesiona desde 2018 es el Cristo de la Capilla; denominado así por su ubicación en la capilla de la Virgen de Loreto. Fue María Josefa Ruiz Pujalte, alrededor de 1940, quien la adquirió. Su procedencia pudiera ser de la imaginería religiosa de Olot. Es de escayola policromada que infunde dolor y sufrimiento. La imagen procesionó por primera vez en 1963 y no pertenece a ninguna cofradía. Es portada a hombros por mujeres de las distintas Cofradías santapoleras.
Uno de los momentos más emotivos de la procesión es cuando el trono hace su aparición por la puerta principal del Castillo. Como señala Pepa Blasco en su pregón: “El silencio y la oscuridad invitan al recogimiento. Las notas de los cánticos del Coro de los Dolores resuenan en la plaza, interpretando “Oh rostro Lacerado” o “Anima Christi”, cuya letra ruega a Dios que nos de fuerza y nos santifique”.
Martes Santo, 4 de abril (22:00 h.)
Como en todas estas fechas señaladas, el día empieza con eucaristía (09:00 h.), la cual se repite a las 20:00 también en la Parroquia. De 18:30 a 20:00, confesiones (Parroquia). A las 22:00 horas arrancará la Procesión del Encuentro entre Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Santa Mujer Verónica. El acto del Encuentro tendrá lugar en la Glorieta, frente a la puerta del Castillo, y es uno de los más multitudinarios y emocionantes de nuestra Semana Santa.
La cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno fue fundada en 1983. La imagen procede de Olot y fue adquirida y posteriormente donada por Tomás Buades Martínez. La talla de Nuestro Padre Jesús Nazareno, en palabras de Pepa Blasco, representa el momento en el que Jesús, tras ser azotado, inicia su camino por la Calle de la Amargura hacia el Gólgota, según relata el Evangelio de San Lucas.
El Nazareno transmite sufrimiento, dolor y esfuerzo. Es uno de los pasos más impresionantes al procesionar, pues los costaleros imitan la tercera caída de Jesús, dando una fuerte zancada hacia adelante. Con el elevado peso del trono, la exigencia para las personas que lo portan es altísima, siendo necesarias muchas horas de ensayo y un gran sacrificio personal.
El Encuentro, propiamente dicho, evoca le limpieza del rostro, por parte de la Verónica, del Hijo de Dios que está siendo torturado, machacado.... “. Ella, abriendo sus brazos le enjuga el rostro, como si con este gesto quisiera liberarlo del tormento que sufría. Los tronos al cielo, el fervor y la emoción inundan la plaza”.
La Santa Mujer Verónica pertenece a la cofradía de Jesús Triunfante, la Verónica y la Esperanza. Su autor es Valentín García Quinto y se adquirió en 1987 en Albatera. Sale a hombros portada por mujeres desde 1998 y es una talla de las de vestir.
Miércoles Santo, 5 de abril (21:00 h)
El Miércoles Santo es uno de los días más propiamente santapoleros de todo el calendario. De la misma forma que en fechas anteriores, habrá eucaristía a las 09:00 y 20:00 horas y confesiones entre las 18:00 y 20:00 h. en la Parroquia. A partir de las 21:00 horas, y con salida desde la Ermita de la Virgen del Carmen, tendrá lugar el Viacrucis con la Cruz del Mar.
Explicaba Pepa Blasco en su pregón que dos trabajadores santapoleros vieron, en Alicante, un trono portando un Cristo Crucificado con una red a modo de capa. Pasado el cortejo, se informaron. Se trataba del tradicional Vía Crucis del Viernes de Dolores. Y pensaron: Santa Pola pueblo marinero por excelencia debe tener un trono y una procesión igual. La propuesta fue aceptada por su cofradía. La cruz fue confeccionada en unos astilleros de la villa. La actual es obra de Jesús Bas.
Al atardecer del Miércoles Santo en los alrededores de la capilla de la Virgen del Carmen se concentran multitud de personas en torno a la Cruz del Mar. Día de Vía Crucis. Rezo y meditación en distintas paradas de la población que simulan las estaciones. El pueblo rememora el sufrimiento de Jesús camino del Calvario. Responso por los marineros fallecidos. La Cruz del Mar inicia la comitiva dirigiéndose hacia la ermita del Calvario y de allí a la parroquia donde se reza la última estación. Catorce cruces anónimas completan la comitiva. La Cruz del Mar pertenece a la Cofradía de Santísimo Cristo de la Agonía y Cruz del Mar desde el año 1990.
Jueves Santo, 6 de abril (22:00 h)
Entre las 10:00 y las 12:00 horas del Jueves Santo serán las confesiones, cambiando el horario. A las 18:00 y 19:30 horas se celebrará la eucaristía, esta última específica, con la Cena del Señor, traslado al Monumento y Adoración de los fieles. En la celebración litúrgica de la tarde participará el Coro Los Romeros. A las 22:00 horas tendrá lugar la Procesión en la que participan el Ecce Homo, Cristo de la Agonía y Ntra. Señora de la Esperanza y la Paz.
En el Jueves Santo termina el periodo de Cuaresma y se inicia el Triduo Pascual. Se conmemora la Última Cena que Jesucristo realizó con sus apóstoles, en la que instituyó el sacramento de la Eucaristía y el Sacerdocio. La estación de penitencia en nuestra villa, explica la pregonera Pepa Blasco, “la conocemos como la procesión del Silencio”.
Como previamente hablamos del Ecce Homo, nos centraremos en el Cristo de la Agonía. Esta talla representa a Jesucristo crucificado, concretamente cuando dio el último aliento, transmitiendo dolor y sufrimiento. “Son patentes los signos del padecimiento sufrido y la herida ocasionada por la lanza que le propició el soldado Longinos”, reflejaba Pepa Blasco en su pregón. Procesiona sobre un trono alfombrado de claveles rojos, como si de la sangre derramada por Jesús se tratara. Aunque de autor desconocido, la imagen del Cristo de la Agonía y la Paz, pertenece a la escuela de Olot (Gerona). La talla original fue destruida durante la Guerra Civil y databa de finales del siglo XIX. La actual imagen es de alrededor de 1940, habiendo sido donada por los hermanos Buades Clement, en agradecimiento por finalizar la Guerra. De ahí el nombre de Cristo de la Paz.
Si nos fijamos en la talla de Nuestra Señora de la Esperanza y la Paz, su faz denota sufrimiento, desconsuelo y dolor descarnado por la muerte injusta de su Hijo, “una daga atraviesa su pecho. Sus brazos quieren abrazar al Hijo que procesiona delante de ella, el Cristo de la Agonía”, afirma Blasco, quien también detallaba que la imagen fue adquirida en 1986, en los talleres de Valentín García Quinto, de Albatera. Es la única imagen de la Virgen que procesiona bajo palio en la Semana Santa de Santa Pola. Desde el año 2003 es portada a hombros y es una imagen de las de vestir.
Otra de las características de esta solemne procesión es que, cuando pasan los tronos por la Iglesia, el Coro de los Dolores interpreta la pieza “Más cerca, o Dios, de ti”.
Viernes Santo, 7 de abril (20:00 h)
El día se inicia con el rezo de las Laudes, a las 09:00 h., en la Parroquia, siendo seguido por la Hora Santa de las Siete Palabras y, a las 17:00 h. Celebración Litúrgica de la Pasión y Muerte del Señor. La procesión arranca a las 20:00 horas, siendo denominada Santo Entierro. En ella participan: Jesús de Medinaceli, Ntro. Padre Jesús Nazareno, Sra. De la Esperanza, Cristo de la Agonía, La Piedad, Cristo Yacente y La Dolorosa.
Encabeza la procesión más concurrida en tronos el de Jesús Cautivo, hoy denominado de Medinaceli, y lo viene haciendo así desde 1994. Representa el prendimiento de Jesús y el autor de la talla es Valentín García Quinto (siendo una imagen de las de vestir). Está ataviada con una túnica de color morada bordada en oro. Cubre su cabeza una melena de pelo natural y corona de espinas, probablemente de Ramnáceas Ziziphus (Espina de Cristo). De su cuello cuelga un escapulario con una cruz azul y roja sobre fondo blanco. Tiene las manos atadas y su mirada es de resignación.
Pepa Blasco nos detalla que “fue adquirida por tres jóvenes emprendedores, a base de rifas de un jamón todos los sábados”.
Le siguen Nuestro Padre Jesús Nazareno, Nuestra Señora de la Esperanza, Cristo de la Agonía y la Paz y Nuestra señora de la Piedad.
La Piedad
Sobre la Piedad, trono con dos piezas (Cristo y Madre) que se ubica en la Ermita del Calvario, representa el cuerpo de Jesús, inerte sobre el regazo de la Virgen, pudiendo el observante experimentar el dolor de una madre al tener en sus brazos al Hijo muerto. “La escena”, nos aclara la pregonera, “que el conjunto escultórico representado, no aparece reseñado en ninguno de los cuatro evangelios canónicos. En cambio sí queda reflejada la presencia de la Virgen María junto al apóstol Juan al pie de la cruz en el momento de la muerte de Jesús”. La talla procede Olot y fue realizada por encargo del matrimonio formado por Rita Ramis Pérez y Tomás Lloret Aragonés. en 1942, cumpliendo una promesa hecha durante la Guerra. Al no disponer de trono propio, los fieles que subían al Calvario para rezar el Vía Crucis organizaron una recogida de donativos para comprarlo.
Cristo Yacente
Uno de los momentos más señalados de la procesión viene con la aparición del Cristo Yacente. Desde el interior de la Iglesia, el trono se incorpora a la Procesión, “y el silencio inunda el ambiente. A los sones del Himno Nacional, interpretado por la banda Unió Musical, el portado a hombros sale solemne, mientras resuenan los aplausos del público”, nos describe Pepa Blasco.
La Dolorosa
Cerrando el conjunto de tronos procesionantes está La Virgen Dolorosa. De luto vestida y con su corazón atravesado por siete puñales, que representan los Siete Grandes Dolores que sufrió la Virgen a lo largo de su vida. Pertenece a la cofradía homónima (La Dolorosa) y se trata de una talla de las de vestir. Procede de Madrid, y fue adquirida en los años 40 por Luisa Ruso, en sustitución de una talla anterior, más pequeña y totalmente de piedra.
Inicialmente, nos cuenta Pepa Blasco en su pregón, “fueron Luisa la Maña, Malenica, Paquita la Chata, Remedios y Ursoleta las que se hicieron cargo del cuidado de la Virgen. Con posterioridad, las responsables fueron Genoveva la Castaña, Malena y Pepeta ,que además se dedicaba, llegada la Semana Santa, a recorrer el pueblo solicitando un donativo para poder hacer el arreglo floral de cada uno de los pasos que debían procesionar, excepto la Piedad que lo hacían en el Calvario”. En la actualidad, son sus camareras, Conchita Leguey, Teresita Juan y Encarnita Martínez, junto con otras jóvenes cofrades.
Años atrás, La Dolorosa procesionaba el Jueves Santo, con manto azul y traje blanco, confeccionados por Conchita Leguey y bordado por Carmen Celdrán. El actual manto negro del camarín fue adquirido en los talleres de Tomás Valcarcel, de Alicante, y pagado a través de rifas. Fue restaurado en 2004 por Ciriaco Ruíz. La Dolorsoa sólo participa el Viernes Santo, con traje y manto negros, confeccionados por Mari Carmen Lillo Pastor.
Momentos antes de incorporarse a la procesión, los cofrades costaleros y las damas de mantilla se sitúan frente a la imagen de la Dolorosa con las camareras, instante en que Teresita Juan recita la oración de la Virgen Dolorosa. Una vez concluida y a los acordes del Himno Nacional sale del templo para seguir “dolorosa”, a su Hijo, acompañada por un nutrido cortejo.
Sábado Santo, 8 de abril (23:00 h)
El Sábado Santo o Sábado de Gloria se caracteriza por la ausencia de procesiones. Es tiempo de recogimiento, de oración, celebrándose por la noche, a partir de las 23:00 horas, la Vigilia Pascual, con la participación del Coro Los Romeros, en la Parroquia. Es Sábado Santo, o de Gloria, por cuanto se espera, al anochecer, la Resurrección del Señor. Es el corazón de la Semana Santa. La Iglesia no celebra misas, no se tocan las campanas y el Sagrario permanece abierto y vacío. Todo está preparado para el más grande de los momentos de la Semana Santa.
Domingo de Resurrección, 9 de abril (11:00 h)
El momento más lleno de alegría y misterio no es otro que la Resurección del Altísimo, el cual se celebra con grandes multitudes en la plaza de la Glorieta. También conocida como la Procesión del Encuentro, entre la Inmaculada y el Santísimo Sacramento (con salida a las 11:00 horas). Tiene lugar frente al Castillo, estallando en ese instante la Tamborrada. Al terminar la procesión, Misa Mayor, con la participación del Coro de los Romeros.
La Inmaculada
El Domingo de Resurrección, o de Gloria, termina la Semana Santa, y se celebra la Resurrección de Jesucristo. La Inmaculada Concepción representa a una mujer joven, alegre y tranquila, sabiendo que va a encontrase con su Hijo y el Santísimo bajo palio, portado por el párroco. La talla de la Virgen llega a Santa Pola tras la Guerra Civil. Es una imagen de piedra, de autor desconocido. Las madres Carmelitas de la villa propusieron que la llevasen las Hijas de María. Es portada a hombros por chicas jóvenes y solteras según la tradición. Desde hace relativamente poco se la cubre con velo negro en señal de luto. Y se nombra a una mujer que, llegado el momento, tendrá que quitárselo a la Virgen (este 2023, concretamente, Maru Pomares).
El recorrido es el siguiente: el trono de la Inmaculada, a los sones de la pieza Caridad del Guadalquivir, se dirige desde la Parroquia hasta a la Glorieta. El Santísimo sale de la Iglesia, y a los sones de la Marcha Triunfal, se dirige al encuentro. El Santísimo no es representado por imagen alguna, sólo por la Sagrada Forma, que es portada por el párroco bajo palio, como se ha dicho anteriormente.
Blasco describe el momento crucial: “suena la tamborrada, las costaleras del trono de la Inmaculada hacen tres genuflexiones una tras otra, la tercera deben hacerla ya delante de la puerta principal del Castillo, donde la espera el Santísimo. La persona indicada le quita el velo negro a la Virgen, los tambores acrecientan su redoblar y suena una traca, al tiempo que el sacerdote bendice al pueblo con el Santísimo. Aplausos y momento de alegría y regocijo”.
Tras el Encuentro, Madre e hijo emprenden juntos el camino de regreso al Templo, acompañados de una lluvia de Aleluyas en señal de alegría y gozo por la Resurrección de Jesús. A su llegada se celebra la Eucaristía.