Sonia Almarcha, coprotagonista femenina (en el papel de Pepi Irles), explicó que llegó un día antes al rodaje para poder conocer en persona a Pepi, “ella me ha ayudado mucho a expresar todas las emociones que un guión no puede expresar”.
¿Qué es lo que más interesante te parece de la historia y cómo te has preparado el papel?
Interpretar a Pepi es una maravilla, porque ella es una maravilla. La he tenido muy cerquita y ha podido contarme la intrahistoria. A ti te dan el guión, te dan un texto, y dice mucho. Pero tener el personaje real, a quien encarnas, que te diga lo que sintió, por qué actuó así, es un privilegio, un lujo.
También me he preparado el papel hablando mucho con el director, no sobre la historia en sí, sino qué es lo que quería fomentar, qué quería que destacara. Además, no queríamos una imitación de Pepi, por lo que teníamos mucha libertad. Por suerte, hablar con ella me ha permitido tener muchas pistas de por dónde debía ir.
¿Por lo tanto... habéis creado una relación, un vínculo?
Sí, desde luego. Ellos son tan sencillos, tan humanos, tan normales y, a la vez, tan arriesgados, que sorprende. Ellos han apostado muchísimo en todo lo que han emprendido. Se cuenta la historia de esta vez, pero lo han hecho más veces y lo seguirán haciendo. Para ellos no hay duda.
¿Conocías Santa Pola?
Sí, pasé toda mi infancia veraneando en Playa Lisa. Para mí volver a Santa Pola ha sido como volver a casa. Me acuerdo de acudir al Puerto, con mi padre, a comprar pescado. Me acuerdo de Playa Lisa cuando era pequeña, en la playa, que andabas y andabas y te llegaba por la rodilla el agua. Muchos son los recuerdos que me unen a Santa Pola
La vida de los marineros... ¿qué destacas? ¿Qué has aprendido?
Conocía un poco la vida del mar, pero nunca he podido tener un contacto directo con ellos hasta ahora. Es un mundo muy difícil, muy duro. La vida de la mujer del marinero no es menos dura. Estar mucho tiempo sola, hacerse cargo de todo y, sobre todo, si pasa algo, el no saber, no estar allí. Así hasta días después que recibes la noticia. Es un mundo muy, muy duro.