- El Museo del Mar dedica una sala a la memoria del Alcaide del Castillo Fortaleza y amante del arte, Miguel Cuervo-Arango.
En una tarde cargada de emociones, Santa Pola ha rendido homenaje a Miguel Cuervo-Arango, Alcaide del Castillo Fortaleza en un acto, celebrado el 13 de marzo de 2024 en el Ayuntamiento de Santa Pola.
Miguel Cuervo-Arango, quien falleció el pasado 15 de noviembre, es recordado no solo por sus logros empresariales, como la revitalización del puerto comercial de Santa Pola, sino también por su notable contribución a la vida cultural y deportiva de la ciudad. Destacado atleta, pescador deportivo y presidente del Club Náutico Santa Pola, Cuervo promovió el remo y la pesca, y en los años 80 impulsó las competiciones de remo con falucho mediterráneo en la Comunidad Valenciana, enriqueciendo la oferta deportiva local. En 2005 fue elegido pregonero de las fiestas patronales y nombrado Alcaide Vitalicio del Castillo Fortaleza de Santa Pola.
El homenaje de hoy ha sido particularmente especial, al vincular la figura de Cuervo con la de Sandro Botticelli, uno de sus artistas favoritos. Inspirados por la gentileza que ambos compartían, los organizadores del evento, Rafael Beltrán Dupuy y el historiador del arte Valeriano Venneri, habían prometido a Cuervo organizar una charla sobre el pintor renacentista italiano. A pesar de la ausencia de Dupuy por motivos de salud, Venneri ha llevado adelante la promesa, ofreciendo una profunda disertación sobre Botticelli, en lo que describió como "un encuentro entre amigos".
Una sala en el Museo del Mar con su nombre
Este acto no solo ha servido para recordar a Miguel Cuervo, sino que también marca el inicio de un homenaje permanente en el Museo del Mar, que dedicará una de sus salas a su memoria.
La alcaldesa Loreto Serrano elogió la figura de Miguel Cuervo: “Era una persona muy apreciada por todos. Jamás he escuchado a nadie hablar mal de Miguel. Sus trabajadores de las salinas y todo el pueblo de Santa Pola lo querían mucho. Como Alcaide, tuvo una gran implicación con el Castillo Fortaleza y el Museo del Mar. Incluso nos dejó un gran legado con la restauración de la Torre Vigía del Tamarit”.
La primera edil anunció que “presentaremos una propuesta en el próximo pleno para crear una sala en el Museo del Mar con su nombre, en la que se contará quién fue y todo lo que aportó a Santa Pola”. Luego, entregó a su esposa, Mari Carmen, dos láminas del artista Juan Ródenas Cerdá sobre las salinas.
María del Carmen de Cachavera, acompañada al acto por su hijo Alfonso, expresó su sorpresa: “Venía a escuchar una conferencia que ha sido fantástica, y me habéis sorprendido. Os doy infinitas gracias. Todos sabéis cuánto quería Miguel a Santa Pola; su corazón latía al compás del de Santa Pola. Su mayor felicidad era respirar el aire de Santa Pola y abrazar a su gente. Muchas gracias por todas las atenciones que siempre tuvisteis con él y conmigo”.