Ejercí como Coordinador de Ciudadanos Santa Pola desde octubre de 2015 hasta que, por la incompatibilidad de ejercer mi puesto con responsabilidad y los aspectos laborales, decidí renunciar en septiembre de 2017.
Dicho esto, desde inicios de la legislatura me desesperaba con la facilidad que el equipo de Gobierno evadía nuestras demandas y como hacía caso omiso a los plazos para hacer entrega de la documentación solicitada. Ciudadanos es la oposición por lo que nuestra labor era, y sigue siendo, la de controlar y fiscalizar la labor realizada en el Ayuntamiento.
Cansado de la recurrente respuesta de “Estamos en ello” de los Plenos, o del total silencio administrativo, el pasado 21 de agosto de 2017 decidí presentar una batería de 18 escritos reclamando información al Ayuntamiento. Pasado el plazo legal para recibir las respuestas, el 4 de octubre de ese mismo año presento 18 reclamaciones, ni uno de los escritos fue respondido, ante Consell de Transparencia (CdT).
Seis meses después de mi primera petición, el 27 de febrero de 2018, el CdT me envió las respuestas del Ayuntamiento a los escritos y pregunta si estoy conforme con las respuestas. El 3 marzo de 2018 les confirmo que estoy conforme a todas ellas menos a la que hacía referencia a los elementos de seguridad del Palmeral. En este punto incluso se cambió el enunciado de mi petición omitiendo la palabra “obras” y dejando mi solicitud incompleta e incomprensible.
El 18 de abril de 2018 el CdT envía las 17 resoluciones cerrando los expedientes y dando un tirón de orejas al Consistorio por contestar “de forma extemporánea”
Para finalizar, el 25 de octubre de 2018 el CdT emite la última resolución en la que dice que tengo razón y deben enviarme la información solicitada en un mes. Todas las resoluciones son de acceso público y se pueden ver en la web del Consell de Transparencia y son los números 35, 36, 37, 38, 39 y 126 de 2018.
Quedan pocos días para que finalice el plazo otorgado y seguimos sin la respuesta. La documentación solicitada es un elemento indispensable a tener en cuenta para mantener la seguridad del Auditorio. ¿Dónde están esos informes? Y si los tienen ¿por qué tardan más de un año en entregarlos? Esperamos que todas las intervenciones realizadas en los últimos años tengan el susodicho informe técnico favorable, pero, mientras tanto, el equipo del “cambio” se ha empeñado en que desde la ciudadanía se siembre la duda. ¿Es falta de transparencia o simple incompetencia?

Ramón José García Rico