En una tarde de julio
que me dirigía al puerto,
una Señora me habló
y le escuche muy atento.
¿De dónde vienes chaval
que es tarde y viene lloviendo?
vuelve rápido a tu casa
no ves que está anocheciendo.
Mi padre está en alta mar
con otros tres compañeros,
se dedican a la pesca
pues los tres son marineros.
Y yo bajo cada tarde
y en el puerto los espero,
a veces me voy con ellos
y les preparo el caldero.
Yo cuidaré de tu padre
también de los otros tres,
que hoy regresan muy contentos
la pesca ha ido muy bien.
¿Quién sería aquella Señora
que encontré bajando al puerto?
a partir de aquella tarde
la captura fue creciendo.
Volviendo de un largo viaje
que yo hacía con ellos,
la misma Señora de antes
empezó a hablarme de nuevo.
¿Puedo viajar con vosotros?
pues pronto los marineros,
van a celebrar su fiesta
tengo que estar en el pueblo.
Al llegar a Santa Pola
se dirigió a mí diciendo,
aquí cerca está mi casa
y es donde yo me aposento,
y recuerda que en la fiesta
nuevamente nos veremos.
Cuando llegó el día del Carmen
estando en la procesión,
ya mis dudas se aclararon
y supe que la Patrona,
era la misma Señora
que me dio conversación.