Desconozco las leyes de EE.UU, pero a menudo veo, en cine y televisión, que, cuando en una ciudad o Estado de ese país la policía local no es capaz de impedir que se cometa una acción delictiva, interviene la Policía Federal para tratar de hacerlo. El 1-O está previsto que en Cataluña se produzca un hecho delictivo, y en el caso de que la policía local (Mossos d’Esquadra) no quiera o no pueda impedirlo yo considero que lo lógico es que intervengan las fuerzas y cuerpos de la seguridad del Estado para evitar que el hecho se produzca. En esta situación se da una paradoja bastante curiosa, el Gobierno no quiere tomar esta medida y sin embargo la Generalitat desea que la tome, ¿por qué?, pues sencillamente para que se cumpla la hoja de ruta que hace ya más de dos años trazó la Asamblea Nacional Catalana y que consiste en que el pueblo catalán tome de forma pacífica puertos, aeropuertos y centro oficiales. Cuando las fuerzas de orden intenten impedirlo ya se encargarán los militantes de la CUP de “caldear” el ambiente de manera que haya acción-reacción-acción y con ello las consecuencias son claras: víctimas. Esto es lo que buscan los independentistas, tener víctimas que presentar a la comunidad internacional para que se fijen en ellos.