Llevo varios días pensando cómo poner este escrito, y hoy, viendo el Periódico Santa Pola me di cuenta de muchas cosas. Está muy bien que haya un Día del Orgullo Gay; que las obras del Palmeral vayan viento en popa; que las obras de la Avenida de Ronda estén terminadas antes de tiempo; que tengamos arte en la calle todos los días…
Pero mi historia empieza hace dos años, el 31/08/2014 cuando, por circunstancias de la vida, mi madre cae en la vía publica por una deficiencia o mal uso de una acera de la Calle Maestro Alfosea. De resultas del golpe se rompe fémur, rótula, cuatro costillas y un diente, con su consiguiente hospitalización y operación.
Transcurridos dos años, tengo que decir que mi peregrinación al Ayuntamiento semana tras semana, día tras día, sólo me ha servido para hacer ejercicio de arriba abajo y de abajo arriba. Conocer cada semana a un concejal nuevo, decirme su verborrea, darnos la palmadita en la espalda y la siguiente frase: “déjame tu teléfono que me pongo en marcha y la semana que viene te llamo (de que año tampoco especificó)”.
Así vamos, pasando el tiempo los días, los años, y “com diuen al meu poble, res de res”. Ahora, si algún miembro de la Corporación quiere contestarme a una pregunta (es bien fácil no se necesita graduado escolar), ¿para qué puñetas paga el Ayuntamiento un seguro de responsabilidad civil y daños si luego no se hace uso de él? ¿Por qué marean ustedes tanto la perdiz si al final todo son excusas?
Transparencia, acercamiento al ciudadano, creo que me equivoqué de Ayuntamiento. Mi cansancio está llegando al límite y quiero que todo el pueblo sepa que sólo tengo que agradecerle a mi Ayuntamiento, a mi nueva Corporación, que me dejaron sin trabajo y con una señora de 83 años hecha un cisco. Gracias a quien le competa esta sección, gracias de corazón. Hay cosas más importantes que solucionar en mi pueblo, no sólo taparnos la boca con desfiles, obras y más obras. Buenos días y un saludo a mi Corporación, con la cual no me identifico para nada .