Los pueblos deben rendir tributo a sus hijos ilustres, nativos o no, aquellos personajes que los han engrandecido con sus obras, han enriquecido su patrimonio histórico-artístico y han afirmado su identidad como tales.
Con la rotulación de la plaza dedicada al Maestro Moisés Davia (Chinchilla-Albacete, 16-II-1922; Madrid, 13-XI-1994), perteneciente a la generación de nuestros músicos sinfónicos españoles que han contribuido al esplendor del género bandístico, “compositor de la música del <>”, quien se inspiró en la letra escrita en valenciano por la poetisa y Cronista Oficial de la Villa, María Sempere Montiel, se ven satisfechos los anhelos, expectativas y reivindicaciones desde que el Pleno del Ayuntamiento de Santa Pola, bajo la Alcaldía-Presidencia de D. Pascual Orts Antón, siendo concejal de Cultura D. Luis Marcos Redondo, acordara -y con el mismo propósito que el Ayuntamiento de Alicante- en sesión ordinaria del 25 de noviembre de 1994 al fallecer el Maestro Davia, otorgarle un reconocimiento póstumo por medio de un emplazamiento en la villa marinera, a la que él tanto quería y que bien plasmó esa devoción en sus bellos pentagramas musicales adornados de cadencias poéticas de tan hondo sentir, inspiración y ensalzamiento: <>.
Reconocimiento póstumo, que es digno de agradecer mediante el acuerdo de dicha rotulación, haya sido retomado para su debida resolución y cumplimiento por la actual Alcaldía y Concejalía de Cultura representadas por D. Miguel Zaragoza Fernández y Dña. Feli Bailador Carrascal, junto a la Corporación Municipal.
Un compositor de la talla y renombre de D. Moisés Davia Soriano -de sobrada proyección en el ámbito nacional dentro de sus polifacéticas vertientes de músico, intérprete, docente, crítico y conferenciante, que se ven avaladas en su brillante trayectoria artístico-musical y al ser creador, además de los himnos oficiales de las poblaciones de Santa Pola, Denia o Chinchilla, su villa natal, de obras de plena identificación con el espíritu de nuestra tierra alicantina fundidas con el esplendoroso marco festivo, las dedicadas a las Hogueras de San Juan de Alicante y que interpretaría el mismo compositor al frente de la Banda Municipal: los himnos “Foguera Calvo Sotelo”, “Foguera Maisonnave”, “Foguera Virgen del Remedio”; o religioso: tan sublimes como la plegaria “Santa Faz” cantada por la Coral Crevillentina, de la que sería nombrado Director Honorario Perpetuo, agrupaciones que fueron bajo su propia batuta las artífices del apoteósico estreno el 1 de septiembre de 1974 del “Himne a Santa Pola”, como igualmente dedicaría en ese mismo año a la entrañable ciudad vecina su himno “Orden de la Dama de Elche”, y ostentaría más tarde la dirección titular de la Banda Sinfónica Municipal de Madrid, a la que elevó a la categoría de sinfónica y con la que dio a conocer, con motivo del Concierto de Despedida en su calidad de director ofrendado por esta prestigiosa banda, el “Canto a Madrid”, una de las últimas composiciones del consagrado y laureado maestro- es merecedor de tan honrosa distinción que hace perdurar mucho más su memoria, tanto para los que lo hemos conocido y valorado personalmente, como para las generaciones presentes y venideras.