Emoción y recuerdo por todos los poros. Con algunos kilos de más, menos cabellos y más canas, un grupo de casi 30 amigos llegan con su bolso al hombro al Manolo Maciá. La idea es “ponerse en forma” para el domingo para el reconocimiento que quieren hacerle a José Manuel Antón Miralles “El Nene”. El protagonista de esta historia y el portavoz del grupo, Andrés Baile, se estrechan en cálidos abrazos con todos y El Nene rememora con algo de nostalgia. “El grupo de Los Playeros lo iniciamos Miguel Sevilla que luego se fue al Hércules, Vicente Jaén que fue al Elche y yo que me quedé en Santa Pola. A los 8 años empecé a jugar al fútbol en el campo El Garfí, frente al Restaurante Batiste, cuando Santa Pola tenía sus calles de tierra y a los 13 años comencé con Los Playeros y ahora tengo 70, así que saca la cuenta. En el primer equipo de Los Playeros jugaban Higinio, Tarino, Antoñet, El Tino, Pichu, Pels, Manchego, Piñol, Rafi y muchos más. Jugábamos los sábados al futbito y comenzamos los domingos en el Campo del Cequión. Jugamos partidos de pretemporada frente a la Unión Deportiva Santa Pola y varios trofeos Virgen de Loreto para las Fiestas Patronales, como también amistosos frente a Valverde, El Altet, Aspe, La Marina, Guardamar, San Fulgencio”. El Nene tiene una memoria prodigiosa y recuerda con gran cantidad de detalles anécdotas de aquellos tiempos. “Guardábamos las porterías en un garage que tenía en la Calle Gabriel Miró 53 y los domingos teníamos que llevarla hasta el campo y al terminar volver a traerla al mismo sitio”. Andrés Baile “El Monsa” acota que El Nene ha sido un espejo para todos nosotros y un ejemplo para toda la gente de mi edad. Cuando teníamos 13-14 años era muy difícil tener un sitio los domingos para jugar en alguno de los equipos y sólo lo hacíamos cuando alguien no podía hacerlo. Cuando finalice el encuentro dirigido por Clarico, Los Playeros almorzarán en Celestino y María para agrandar la leyenda.
