La Muestra Creativa 2013, que se podrá disfrutar hasta el día 30 de este mes, cuenta con la participación de cincuenta alumnos, con otros tantos cuadros. Los motivos de los mismos van desde el paisajismo hasta el estudio figurativo “e incluso algunos de ellos rayando en el hiperrealismo”.
Todos los artistas que exponen son alumnos del Taller de Pintura de la Casa de Cultura, dirigido por Chon Pérez, quien indicaba que, este año y debido “al traslado que hemos tenido que hacer de la Casa del Mar al Club Náutico no hemos tenido el suficiente tiempo para centrarnos en una temática”. Normalmente, todo el trabajo de esta sección de Creativa versa sobre un único tema, “pero he de confesar que me siento muy contenta con el resultado final”.
Pese a no tener un leit motiv común, se ha buscado, sobre todo, “una obra original del autor. No es el caso de los más pequeños, donde hemos centrado nuestros esfuerzos en el Puerto de Santa Pola, sobre todo porque tiene una paleta de color muy grande y han estado estudiando la luz en diversas horas del día. Hemos conseguido una explosión de color impresionante”.

Muchos miedos

De los 50 alumnos, hay dos grupos de niños, de 4 a 8, de 8 a 14. Además, está el de discapacitados intelectuales y los dos de adultos. Chon Pérez confiesa que “la gente suele venir con muchos miedos, especialmente porque dicen que no han pintado nunca, pero con el tiempo se van soltando… y, como en estos cursos hay participantes de años anteriores, pues siempre miran el nivel con cierto miedo a no llegar. Pero, finalmente, la cosa termina cuajando”.
La figura es lo que más presente está dentro de toda la exposición, “aunque no les impongo, ahora bien, hay un criterio. Son muy atrevidos, pero no se puede exponer cualquier cosa, tiene que pasar por el filtro de la guía y, en este caso, se la brindo yo”. Confiesa Chon Pérez que la gente no se siente cómoda con el abstracto, “aunque les digo siempre que hay que soltarse. Es algo que tengo pendiente para que se realice, y a lo más tardar, será el año que viene”. Asegura, sin embargo, que le parece bien que la gente tenga “sus propios miedos” a la hora de enfrentarse al abstracto, puesto “que se ha de ser consciente de las propias limitaciones”.

Expresar los sentimientos

Pero, lo más importante, para ella, es ver cómo la gente disfruta. “No se puede imaginar nadie la sensación de expresar los sentimientos y, sobre todo, lo divertido que puede resultar”. Asegura que, cuando se le pierde el miedo al pincel, puede llegar a hacerse barbaridades. “Eso, sobre todo, lo ves en los niños, quienes son capaces de hacer casi cualquier cosa”.
El abanico de edades que engloba a toda la gente del curso es muy amplio. “Tengo gente, ahora mismo, que está en la universidad y fueron conmigo cuando eran pequeños”. La pintura está en auge, hay mucha demanda, “pero no todo el mundo sirve, porque hace falta mucho tiempo, mucha técnica y mucha paciencia para poder dominarla. También hay gente, ojo, que lo tiene innato, pero el secreto está en la práctica”. Mucha personas mayores acuden también a estos cursos, “sobre todo al jubilarse, que tienen tiempo y, para ellos, es casi como una cuenta pendiente”.
Finalmente, indicaba la profesora, que en los meses de de julio y agosto habrá una nueva edición de los cursos de verano de pintura.