Como cada primer viernes de mes, se celebraba en el hall del Ayuntamiento el acto de repulsa contra la violencia de género. El mensaje que se dio incidió en la ayuda y la denuncia ciudadana, así como en las múltiples acciones que localmente se están llevando a cabo.
Miguel Zaragoza, afirmaba en su discurso que “el fin de la violencia de género está cada vez más cerca, aunque no nos demos cuenta” y establecía dos máximas de actuación: “Debemos estar atentos para escuchar y para sentir. Escuchar para denunciar y sentir para ser capaces de empatizar con las víctimas”.
La denuncia social es una de las actuaciones encaminadas a proteger a las víctimas, “sobre todo para aquellas personas que no tienen los medios o la fuerza necesarios para denunciar”, por lo que alentó a toda la sociedad a poner en conocimiento los posibles casos de violencia doméstica ante los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
A nivel municipal, “si tenemos que legislar, legislaremos; si tenemos que ordenar, lo haremos; aunque quiero resaltar y dar la enhorabuena a la ingente labor que están realizando los servicios sociales”. En este sentido, Ana Blasco destacó la “ingente labor que se está realizando en materia educativa”. El encargado de la lectura de este mes fue Juanjo Cuenca, desde AMFISA, quien leyó un relato corto titulado “El refugio de María”.