Con motivo de conmemorar los 30 años desde que se decidió portar a hombros la imagen del Cristo Yacente y de rendir homenaje a sus fundadores y cofrades de más antigüedad, el pasado sábado 9 de abril, tras dos años de espera, ya que se debería haber celebrado en 2020, se ofició la misa de hermandad de la cofradía del Cristo Yacente y Ecce-Homo. Ceremonia en la que Maru Pomares dio un repaso a la historia de la cofradía, contando, con entrañables anécdotas, los primeros pasos desde que se decidiera portar al Cristo Yacente a hombros en lugar de con ruedas.

Maru Pomares recordaba cómo esta idea, que se gestó en 1990, marcó un hito en la historia de la Semana Santa de Santa Pola ya que, aunque fueron momentos inciertos y de aventura en lo desconocido, esa idea de 1990 plantó la semilla para que, a día de hoy, la mayoría de los tronos de la Semana Santa de Santa Pola sean portados a hombros y no con ruedas.

Homenaje a los fundadores y cofrades

Como es costumbre en el evento se reconoció la labor de algunos de los cofrades que han sido miembros de la hermandad de forma ininterrumpida desde 1984, cuyo trabajo silencioso y extraordinario ha hecho posible la continuidad de la cofradía.

Además, se rindió una mención especial a sus fundadores Pepe Campello, su esposa Gloria Ferrández y a Carmen Celdrán ya que, como decía Maru Pomares, sin su iniciativa no habría sido posible la cofradía.

También se mencionó a las encargadas de limpiar y preparar el trono del Cristo Yacente, año tras año, desde 1984: Gloria, Dori, Ligoria, Ángela y Luciana, quienes, con los años, han pasado el relevo a cofrades más jóvenes, aunque Luciana Giménez Delgado recibió una mención especial en el discurso ya que sigue aportando su granito de arena con cariño y devoción.

Se mencionó a la Cofrade Argentina Rodes Tarí del Colectivo de las primeras Mantillas que, aunque ya no procesiona con su mantilla, sigue colaborando en cuanto se le solicita, y lo ha hecho desde 1984. María José Varela Campello también fue reconocida por participar desde su niñez en la cofradía, además de haber sido activa participante desde que se integrase, en 1994, en el Grupo de las primeras Costaleras, y por haber participado activamente desde siempre.

Homenaje a los «Costaleros sufridores de aquella odisea de 1990»
En el «XXX aniversario de portar a hombros la imagen del Cristo Yacente» también se homenajeó a los primeros costaleros del Cristo Yacente, los «Costaleros sufridores de aquella odisea de 1990», que siempre recordarán sus primeros días como costaleros con sencillas alpargatas.

Se citó a tres pioneros cofrades que siguen participando en la hermandad cuando se les necesita: Víctor Montano Pacheco y Rafael Antonio Bonmatí Fernández, cofrades desde 1990, y Jerónimo Bonmatí Rodes, cofrade desde 1984 junto a su madre y su hermana y que, a día de hoy, aún sigue bajo el varal.

Como reconocimiento extraordinario y merecido se mencionó a Jerónimo Buades Martínez que cumplía «20 años en su cargo de capataz de los tronos del Cristo Yacente y el Ecce-Homo», así como coordinando a los costaleros.

Y finalmente con unas emotivas palabras dedicadas a cada uno de ellos, Maru Pomares entregó a los anteriormente mencionados, diplomas que acreditaban su permanencia ininterrumpida en la gran familia que es la Cofradía del Cristo Yacente y Ecce-Homo. Como detalle también se entregaron a todos los cofrades un llavero con las imágenes del Ecce-Homo y el Cristo Yacente.