A resultas de la noticia publicada la semana pasada (página 4, edición número 507, del 1 de abril de 2016) algunos vecinos del Santara Resort, no sólo los que están dentro de la querella, afirman que las declaraciones de la gerencia “equiparan a vecinos y residentes, algo que no debería ser así”. Por otro lado, se preguntan el porqué de permanecer cerrada la sala de reuniones, “cuando es algo que debería estar siempre abierto ya que, al mismo tiempo, es biblioteca, sala de televisión y de juegos”.
Por lo que respecta al acceso al Spa, argumentan que “ésta es la única manera de entrar a la piscina climatizada, a la que teníamos derecho desde un inicio. Ahora, ya ni siquiera podemos usarla”.

Deudas motivadas
“Las deudas”, afirman, “vienen motivadas por la falta de prestación de servicios reflejados como tal en el contrato y en los folletos publicitarios. Tampoco existe ningún contador de luz y agua para los residentes, con lo que nos tenemos que fiar de lo que nos dicen”. Aparte, esperan a que la justicia se pronuncie sobre la querella presentada.
Los vecinos afectados aseguran que “debería existir un comité para que haya una relación directa” entre éstos y los propietarios. “Al no ser así, tenemos que aceptar todo lo que nos diga la propiedad”. Vuelven a sacar a colación el pliego de condiciones, “el cual incumplen”, declaran. “Claramente, éste dice que su uso puede ser únicamente sanitario y asistencial. Queda claro que no es así”. De este mismo pliego destacan que “prohíbe, en su condición novena, apartado dos, la segregación o división de la cosa común para su venta como apartamento o cualquier otra finalidad de residencia permanente”.

Funciones de hotel
En cuanto a las funciones de hotel, los residentes no se oponen a que se actúe como tal, “siempre y cuando haya un acuerdo con los afectados y el Ayuntamiento, para pagar la plusvalía y tasas correspondientes, así como solicitar su licencia”. Es más, destacan que el terreno fue vendido como bien patrimonial, “para su uso asistencial-sanitario. Una parcela de 90.000 metros cuadrados. Por eso la venta de terrenos tuvo un precio más barato, casi diez veces menos que el valor de mercado”.
A las declaraciones de la alcaldesa, resaltan que “el Ayuntamiento está permitiendo que se anuncie un negocio que no tiene licencia… es decir, que no es hotel y no puede aparecer como tal”. Finalmente, esperan que “sea verdad que se vela por el interés de todos los vecinos”.