Hace 20 años, Nadia y su hijo llegaron a Santa Pola desde el centro de Ucrania. Aquí les esperaba su marido, quien había venido previamente buscando un lugar costero donde asentarse y llevar una vida mejor junto a su familia.
El pasado domingo 13 de marzo, cinco de sus familiares lograron llegar a Santa Pola huyendo del horror de la guerra que está sufriendo su país.
Natalia Madjarowa de 55 años, sus dos hijas Tetiana y Elena de 36 y 38 años respectivamente y dos hijos de éstas, Andrii de 18 y María de 12 años, vivían en Odesa. Los últimos días en su ciudad no comían ni dormían, escuchaban las sirenas y pasaron mucho miedo. Aguantaron hasta que comenzaron los bombardeos. Fue en ese momento cuando cogieron la maleta que tenían preparada con la documentación y salieron rápidamente sin nada más. Escaparon por la noche, solos, huyendo por caminos escondidos, por campos y carreteras poco transitadas.
Consiguieron cruzar a Moldavia, y de ahí a Rumanía. Debido a las miles de personas que intentan huir de Ucrania, no encontraron plazas en ningún medio de transporte para poder llegar hasta España. Durante una semana estuvieron en Rumanía donde una señora les dio alojamiento y comida en su casa.
El hijo de Nadia consiguió finalmente comprar unos billetes de autobús para que sus familiares pudiesen viajar hasta Santa Pola.
En Ucrania se han quedado principalmente los hombres. Los varones de 18 a 60 años no pueden salir del país.
SANTA POLA
En casa de Nadia conviven en estos momentos 8 personas, junto a su marido y su hijo los cinco familiares, y están a la espera de recibir a 5 personas más que no conocen personalmente, pero son la hija y nietos de una amiga del colegio de su marido. Desde Ucrania o desde la frontera, a través de llamadas, van contactando unos con otros hasta que encuentran dónde les pueden acoger y una vez localizada la ayuda se desplazan hasta el lugar. Aprovechando la cama del salón y la habitación que su hijo deja libre para irse a Alemania, Nadia acogerá a estas 5 personas dada la complicada situación en la que se encuentran.
Las ayudas las están recibiendo directamente de los ciudadanos, “aquí nos ha ayudado mucha gente con ropa y alimentos. Les han empadronado rápidamente y ya tienen la tarjeta sanitaria y los papeles para que la niña pueda ir al colegio” comenta Nadia, que agradece especialmente la ayuda de Susi Gomis y sus amigas, así como la recibida en los sitios donde trabaja. Cruz Roja les ha dicho que también recibirán ayuda de ellos.
La familia ucraniana por su parte declara que en Santa Pola se les ha acogido de una forma muy amable. Cuando llegaron no esperaban tanta amabilidad ni a la gente tan preocupada por las personas de Ucrania. Destacan de Santa Pola su paseo tan bonito.
Nadia quiere agradecer a sus amigos rusos las llamadas realizadas para preocuparse por su familia, así como dar las gracias a todos los voluntarios de todos los países que están prestando su ayuda en Moldavia, Rumanía, Polonia, Francia, etc..
ODESA
Vienen de Odesa, una ciudad grande, costera a orillas del mar Negro, con muchas zonas residenciales y casas unifamiliares. Es muy conocida por su teatro de ópera y ballet, así como por su arquitectura decimonónica.
Uno de los símbolos de la ciudad es la monumental escalera Potemkin, una escalinata pública que conecta su casco viejo con la zona portuaria.
Como curiosidad, el fundador de la ciudad de Odesa en 1794 fue José de Ribas, un noble de origen español y almirante de la armada imperial rusa, Su padre era de Barcelona y su madre de Irlanda.
Quieren volver a Ucrania en cuanto les sea posible, para poder de alguna manera retomar sus vidas. Antes de comenzar la guerra María y Andrii estudiaban, Natalia era ama de casa y las hermanas Tetiana y Elena tenían un salón de manicura y pedicura, así como una tienda donde vendían productos de peluquería y manicura. Durante el periodo de estancia en España buscarán trabajo relacionado con su profesión si fuera posible, por lo que aprovechamos desde este medio para hacer un llamamiento a quien pueda ofrecerles trabajo. Para contactar con la familia, pueden llamar al Periódico Santa Pola que les facilitará el contacto.
De momento aún pueden mantener contacto a diario con los familiares que se han quedado en Ucrania. No tienen mucha confianza en que vayan a llegar a un acuerdo con Putin ya que pide muchas cosas. Ven las noticias en las cadenas rusas y se dan cuenta de la desinformación que existe en Rusia.
Finalmente quieren recalcar el agradecimiento de todos y cada uno de ellos, y declaran“Vivíamos, trabajábamos, pensábamos en el futuro, y ahora lo hemos perdido todo”.