Los comerciantes y vecinos de Santa Pola se sienten esperanzados ante la posibilidad de un cambio en el llamado Plan de Humanización. Un cambio al que se comprometió el Partido Popular mediante “contrato electoral” con la Asociación de Comerciantes. Ahora, la potencialidad de que el proyecto se materialice es más que real, porque, según explican fuentes populares, la idea no consiste en quitar lo que hay para poner otra cosa, sino en la corrección de problemas detectados durante este tiempo y por tanto en una nueva reorganización del tráfico rodado en la zona centro y alrededores y apertura de las calles a la circulación de vehículos, “realizando el cambio de sentido de circulación en algunas calles, quedando otras de igual manera a como estaban en el pasado”.

Tres fases
Tres son las fases de ejecución que se contemplan en este nuevo proyecto, siempre que el Partido Popular llegue a la Alcaldía. En la primera, y de forma inmediata, se abrirán algunos tramos de vías actualmente cerradas y se adecuarán a varios sentidos de circulación. La fecha prevista para que estén funcionando las modificaciones es del 1 de julio.
En la Fase 2, a partir del verano, se realizarán trabajos de adecuación en las vías que lo necesiten y se colocarán diversos elementos estéticos; la Fase 3, finalmente, comprende los últimos trabajos para embellecer y dotar de seguridad la zona semipeatonal. La gran diferencia de este proyecto con el que se implantó en 2017 es que se ejecutará con la total y clara participación de los colectivos y entidades afectadas en aras de llegar a una ejecución que satisfaga al máximo número de usuarios de la zona, ya que no se debe olvidar que el proyecto en si consiste en semipeatonalizar la zona centro dando la especial protección que merece el Castillo (Bien Interés Cultural) y su entorno, compatibilizando este objetivo con la potenciación del comercio, ocio y disfrute de los peatones en dicha zona centro de la población. Una zona que conlleva claros horarios de tránsito y de restricción del tráfico rodado en varios puntos de la población, de acuerdo a períodos de verano/invierno, eventos u otras circunstancias especiales, “facilitando así el acceso a vecinos, transporte público, comercios, proveedores, servicios, etcétera”, explican fuentes del PP.

Horarios
Se tiene previsto que el horario de apertura al tráfico rodado en período estival/vacacionales sea, de lunes a sábado: desde las 06.00 hasta las 18.00 horas; domingos, festivos u otros actos quedaría cerrado al tráfico. Durante el resto del año, de lunes a jueves no habría restricciones, viernes y sábado, cerrado a partir de las 17.00 horas y, como antes, domingos, festivos u otras fechas señaladas, cerrado.

Comerciantes esperanzados
Pepa Garri, presidenta de la Asociación de Comerciantes, asegura son dos años y medio los que llevan pidiendo al equipo de Gobierno un cambio en las diversas actuaciones realizadas en el centro de Santa Pola, el conocido Plan de Humanización. Un cambio que no se ha producido hasta el momento, “porque nosotros siempre lo hemos intentando y siempre hemos querido ir de la mano del Ayuntamiento”.

Sin embargo, la oposición sí ha escuchado, “pero no sólo con el Partido Popular (con quien se ha firmado un compromiso de actuación inmediata). Ellos sí que han visto la problemática, han realizado un estudio y han comprobado que es una necesidad”.

La propuesta que han recibido también ha sido consensuada con los vecinos de la zona, “porque hay muchas personas mayores que han vivido, en primera persona, la situación”. A éstos se suma el gremio de repartidores y resto de servicios, “hasta la Policía ha tenido que informar a la gente” de cómo se debía circular. En definitiva, asegura Garri que “la oposición está para pensar y ver qué se puede mejorar”.

Politizado
Quiere destacar que la humanización ha sido politizada desde el primer momento pero, realmente, “en ningún momento el Gobierno ha querido sentarse con nosotros. Nos dijeron que era una cosa que se estaba estudiando, que iba para largo. La sorpresa fue que, de la noche a la mañana, nos pusieron fecha, día y hora”. Tampoco se les hizo llegar un plano a los comerciantes, o a los vecinos, afectados por las zonas cerradas o los cambios de calle, “por si fueran posibles modificaciones... pero tuvimos que esperar al acto de transparencia que celebraron para enterarnos”.

Considera que se ha perdido, tanto en volumen de negocio como en empleos. Desde el primer momento, se puso énfasis en las numerosas dificultades que entrañaba acceder al centro, “hemos facilitado hasta planos a nuestros clientes, porque está tan mal hecho que no hay ni indicaciones. Todo el recorrido indica a la salida, o bien por arriba, o bien por abajo. Eso ha llevado a que la gente busque nuevas farmacias, nuevas inmobiliarias, nuevos estancos, nuevos comercios para surtirse de productos...”. El cálculo, en cifra de negocio, oscila de media un 8 ó 10% como mínimo, “otros hasta un 20% y muchos han tenido que cerrar”.

Supervivencia
La máxima impuesta al comercio local con esta decisión unilateral de cambio de direcciones y peatonalizaciones ha sido la supervivencia y, con ella, lo primero que se reduce es el empleo: “si tu tienes que sobrevivir, y tienes cuatro empleados, como ha pasado a alguna cafetería, pues te quedas con uno y otro a media jornada. No llegan, no pueden cubrir”.

Hasta un solar ha tenido que alquilar la Asociación de Comerciantes para brindar a sus clientes una oportunidad de aparcamiento, “para que al menos se puedan acercar. Si acuden al mercado, se acercan al banco, al estanco, entran en la peluquería... repercute en todos”.

Esperan que con el proyecto presentado por el Partido Popular se de un giro de 180º a la situación, “entre otras cosas, porque lo hay. Antes no había nada, no había ningún estudio. Ahora se puede mejorar la situación, se puede poner en valor al centro. Incluso hasta la gente de Santa Pola del Este ha puesto en las inmobiliarias sus apartamentos, porque no podían acceder a servicios. O se traían de Elche o Alicante, o no podían comprar”.

Ni azul, ni verde, ni naranja
Tampoco vino acompañado el cierre de proyectos de zona azul, verde o naranja, o la creación de bolsas alternativas de aparcamiento, “para después desplazarte andando. Pero nada. Los estudios realizados, según los técnicos, demostraron que no eran viables. No había la suficiente rotación, sólo en dos o tres sitios muy puntuales”.

Rememora que, en el acto de transparencia, Ignacio Soler aseguró que había más de 40.000 vehículos a motor censados en Santa Pola. “Pues si tenemos un problema de aparcamiento, ¿cómo lo quitas? Si tienes nuevos, dos calles más arriba o abajo, te adaptas. Lo que nosotros pedimos es el plan que lleva el PP, en tres fases, porque no existe la infraestructura adecuada. No se puede empezar la casa por el tejado, no se puede, de la noche a la mañana, cortar calles y quitar aparcamientos”.

Semipeatonalización
Este plan no se habla de apertura total, sino de semipeatonalización, algo que los comerciantes siempre han apoyado. “La zona centro lo permite, ya hay calles que son peatonales y están adecuadas. Pero la peatonalización del resto de la zona ha de tener un horario, se tiene que estar preparada, que no sea todo poner una valla y quitar una valla. El inverno es largo y crudo pero, en verano, el centro ha estado prácticamente cerrado y no ha pasado nada. La calle Muelle siempre se cierra por la tarde, y sin problema. Nosotros queríamos alcanzar un consenso, primero, con adecuación y, posteriormente, con las modificaciones que hicieran falta”.

Etiquetados
Reitera Pepa Garri su no afiliación a ningún partido, del mismo modo, que dentro de los asociados existe una gran variedad de sensibilidades políticas, “cuando acudo al Ayuntamiento, entro como la representante de la Asociación de Comerciantes, de los empresarios o como miembro del GALP. De esta manera, pedimos una reunión a principio de legislatura. Nosotros siempre hemos querido remar juntos, pero nunca han puesto las cosas fáciles. Tanto ha sido así, que ya no hacemos la Cena de Comerciantes. A ese primer acto que organizamos con la nueva Corporación, la alcaldesa no asistió, y tuvimos problemas hasta última hora. Éste es sólo un ejemplo de cómo nos han etiquetado, simplemente, porque defendemos, defiendo, lo que represento”.

“Todo se hace extraordinario, todo se hace urgente, las reuniones de la ADL, entre otras cosas”, declara Garri, quien resalta que en ningún momento se ha puesto ninguna traba al diálogo. “Cambiamos la Junta Directiva y, aún así, siempre nos han visto igual. Cualquier cosa que nosotros hagamos, en seguida sale la política a relucir. Y ya no hablamos de las redes sociales. Nosotros nunca nos hemos negado a nada. De hecho, lo más normal es que los políticos se entiendan con el pueblo, bien sean asociaciones, vecinos, lo que sea”.

Finalmente, asegura que no han escuchado y “hasta nos han llamado mentirosos por decir las verdades. Desde el principio hemos intentado hablar con el concejal de Comercio; cuando se ha visto algo mal, se ha avisado; cuando se ha tenido que cambiar una feria, se ha consultado”. Todo obedece, tanto para la Asociación como para Garri, “a que algunas personas tenían una idea, la han querido desarrollar y han pasado por encima de quien sea. Otra conclusión no podemos sacar, porque todos los partidos políticos, de anteriores legislaturas, han contrastado sus iniciativas. Sentándose con la gente es como se puede ver si una iniciativa es adecuada o no”.

Trasladado el símil, no se puede vender un producto si no se sabe la necesidad del cliente.