
La reconquista de la pasada tarde congregó al público frente al Castillo-Fortaleza, quienes esperaban con ansia revivir el combate entre los dos paladines del bando Moro y Cristiano. La tarde comenzaba con la entrada de las tres comparsas moras al Castillo, mientras que las Cristianas tomaban rumbo a la calle Muelle para esperar su turno. Una vez que los cañones terminaron su momento de pólvora, llegó el turno de la recreación de una batalla a pie de suelo entre Moros y Cristianos que terminó en un duelo a muerte entre sus paladines. Una batalla espectacular, donde la emoción, la precisión y la tensión fueron las protagonistas. Alán García, paladín Cristiano, terminaba con la vida de Esteban Molina, por lo que la cruz ganaba a la media luna. José Pedro Sempere, embajador Moro, fue el encargado de cederle la llave del Castillo al embajador Cristiano (Toni Zamora) quien le perdonó la vida en nombre de su Dios.