El dispositivo de seguridad para las fiestas se centraba antes en atender los flujos de tráfico, en cambio ahora es proteger los eventos. “Es prioritario, dada las circustancias. Aunque no exista una amenaza real en Santa Pola hay que proteger las grandes concentraciones de personas”, según fuentes policiales.
Para los desfiles las medidas iban enfocadas a que no se colara ningún vehículo, por lo que se bloquearon todas y cada una de las calles que desembocan en el itinerario del desfile.
Se pusieron diferentes vehículos: coches patrulla, camiones cedidos por Urbaser y por Sillas Gil y ambulancias, entre otros. Dado el elevado volumen de vehículos que fueron necesarios se utilizaron incluso vehículos particulares como uno del Patilla.
“Siempre hay puntos de vulnerabilidad como es el inicio y el final de los desfiles. No podemos cerrarlo con los coches ya que sino no podría realizarse el desfile”. En este caso, había agentes vigilando en dicha zona enlazados por radio con coches policiales ubicados cerca por si era necesario intervenir.
Pero no sólo se aplicó en los desfiles sino también en la zona humanizada tanto por la mañana, tarde y noche, al igual que en las barracas. Según las necesidades del momento se iban adaptando las medidas de seguridad en función de los días y de lo que hubiera programado.
Así mismo, desde Polícia Local quieren agradecer su labor a los voluntarios de Protección Civil, que garantizaron que las vías de evacuación estuvieran libre en todo momento. Al igual que a Cruz Roja y a la Guardia Civil.