La Guardia Civil detenía el pasado día 7 en Santa Pola a un español de 45 años, que hizo explosionar dos artefactos caseros en la puerta de la vivienda de su expareja, hacia la cual tenía una orden de alejamiento. Fue interceptado in fraganti cuando se disponía a explosionar un tercer artefacto, momento en el que emprendió la huída hacia su domicilio y fue rápidamente detenido por los agentes de la Benemérita de la villa. Esta era la quinta vez que el detenido quebrantaba dicha orden de alejamiento.
Tras el aviso por parte de su ex pareja a las fuerzas del orden, pues había escuchados dos explosiones, los agentes se personaron en el lugar y allí observaron dos botellas de plástico, totalmente deformadas, las cuales contenían restos de un líquido amarillento, despidiendo un fuerte olor a salfumán, provocando incluso irritación de ojos y de fosas nasales a los allí presentes.
Los miembros del Instituto Armado, al ser avisados por la mujer de que podría tratase de su ex pareja, acudieron al domicilio de éste. Fue localizado en las inmediaciones, portando una nueva botella de plástico de 500 ml, la cual podría ser un tercer artefacto explosivo y, al pedirle que se parase para hablar, éste salió corriendo en dirección a su casa para intentar encerrarse en ella y escaparse así de los agentes.
Durante su huída, el perseguido lanzó al suelo varias bolas de papel de aluminio y la tercera botella, la cual desprendía un fuerte olor a salfumán.
Finalmente fue detenido, tras varios minutos de un intenso y violento forcejeo de éste con los agentes.