Colorado, Estados Unidos. 30 de agosto de 2016. Tom Neumeyer se dispone a coger el avión hacia España para visitar Santa Pola. Lleva trece años visitando a un buen amigo durante el verano y este año sus vacaciones laborales han coincidido con las fiestas. Cuando llegó, ya tenía preparado el traje para desfilar. “No había otra opción. No podía decir que no”, bromea.

Inmersión total
Su participación en la fiesta no se ha circunscrito sólo al desfile, sino que prácticamente no ha habido acto del programa de fiestas que no haya visto: desembarco, batallas de arcabucería, fiesta en cábilas y carpas... “Lo que más me ha impresionado ha sido el desembarco moro en la playa, fue el día más auténtico para mí”, afirma Tom Neumeyer.

El calor
Lo primero que recuerda del desfile del día 3 es el calor. Además de los “exagerado” de los trajes, a Tom le llamó la atención “que todo el pueblo sale a la calle”. Es un hombre viajado y que ha visto mundo y “en ningún sitio he visto tanta participación. Incluso había inmigrantes de Marruecos en el desfile junto al bando cristiano y me gusta ver cómo para ellos no es ofensivo”.

Religiones
Pero más allá de lo mundano, del calor humano y meteorológico, la mente de Tom Neumeyer estaba en la historia: “Durante el desfile estuve pensando mucho en la convivencia entre las tres religiones que hace siglos poblaban España y que todavía hoy en día se manifiestan en la arquitectura, la gastronomía, el idioma...”. Tom Neumeyer se refiere a no perder la memoria histórica y está convencido de que durante las fiestas “son una buena excusa para no olvidar el pasado”. Por eso, cuando llegue a Denver, Colorado, contará a sus allegados que “hay otra historia en un país del mundo occidental. Contaré la historia completa”.

Tradiciones
Estados Unidos tiene tradiciones distintas, propias de una idiosincrasia diferente y de ser un país muy joven. Pero si alguno puede ser el equivalente, salvando las eternas distancias, es el conflicto territorial entre colonizadores y nativos. Ante ello, Tom Neumeyer se muestra rotundo: “Un desfile de indios y vaqueros no sería posible en EEUU, porque todavía hay heridas. No ha pasado tanto tiempo. Hoy en día todavía es posible ver a los indios en la pobreza, con falta de educación y de oportunidades, adicciones...”.