Las chicas de Fem Dansa, ataviadas con un vestido blanco y media cara pintada como si fuera una calavera, dieron comienzo a la tarde en la que los moros conquistaron el Castillo-Fortaleza.
El embajador Moro, José Pedro Sempere, se dirigió a los cristianos para exigirles su rendición y el embajador Cristiano, Tony Zamora, desde lo alto del Castillo animó a sus hombres a la lucha.
Los cristianos con sus cañones y sus arcabuces partieron a la batalla dando comienzo a la “sostracà”. Una guerra en la que el ruido, ensordecedor, es el protagonista. Unos 45 minutos de batalla en la que los cristianos no tuvieron más opción que rendirse y volver a su castillo.
El embajador Moro subió a lo alto de la torre para gritar “victoria” y poner la bandera de la media luna. Tras ello, comenzó el desfile de toda su corte hacia el Castillo y la retirada, de momento, de los cristianos.