Se acerca la Navidad y uno de los clásicos de estas fechas, los premios de la Lotería Nacional. Es una época de esperanzas para algunos y penurias para otros, pero las Apuestas del Estado siempre están presentes. Como cada año, muchos de los clientes acuden a las administraciones de lotería a última hora, agobiados por la posibilidad de quedarse sin su envite a la suerte. Además, cabe destacar que, en términos generales, todos los perfiles sociales participan de esta liturgia anual, incluso aquellos que se niegan a hacerlo el resto del año.

Este medio se puso en contacto con algunas de las administraciones de lotería de Santa Pola para sondear números preliminares en el sorteo. Por ejemplo, desde la Administración nº1 perciben que se compran números de todo tipo, de lo que se infiere que la clientela es cada vez menos supersticiosa. Sin embargo, la suerte no es un valor firme al que agarrarse, por lo que muchos han optado por hacerse con secuencias terminadas en 14 o 15, dado el año que se va y el que llega.

De la misma manera, señalan que aún se hace patente el recelo que levantan números con dígitos repetidos o de estructura capicúa, son números “feos”, ya sea por su escasa diversidad interna o por las probabilidades que popularmente les vienen asociadas. Asimismo, desde esta administración aluden a la transversalidad del consumidor navideño de lotería, pues, desde su experiencia, las colas están formadas por todos los sectores de edad.

Por otra parte, para la Administración nº3, situada en zonas más residenciales, el comprador medio suele ser pensionista y, como en otras consideraciones, confirma la preferencia por números acabados en 14 o 15, ahora que el 2014 se despide y da pie al 2015.