Tras el cambio realizado de las bombas que alimentan los lavapiés de las principales zonas playeras, el problema no se ha paliado del todo. Así lo aseguraba Jorge Díez, concejal de Playas, quien explicaba que “las bombas funcionan sin problemas, pero se están rompiendo otras partes del circuito. De hecho, este lunes tuvimos que reparar de urgencia la rotura de una tubería en Varadero y, cuando lo hicimos, se rompió otra a la altura del Carlotti”.
Díez argumentaba que las instalaciones son viejas, con escaso mantenimiento y con unas duras condiciones de trabajo, pues son miles las veces que se pulsan los botones de los lavapiés a lo largo del día. A ello hay que sumarle la elevada salinidad del agua, “un medio hostil para las tuberías, pulsadores... todo se rompe”. Quieren esperarse a final de verano para comprobar el cómputo global de quejas, “aunque hay muchas. Roturas tenemos constantemente, pero por suerte y tras el acuerdo con la empresa local de fontanería, se están resolviendo inmediatamente. Trabajan casi 24 horas”.
Un hecho que está ayudando bastante a la detección de problemas es la presencia de la Policía de Playas, “algo que no se ha tenido, inexplicablemente, estos años atrás. Sin el aviso de una rotura el pasado domingo, se hubieran quemado las bombas de Tamarit”. Como no todo van a ser quejas, adelantaba que “nos llegan muy buenas opiniones sobre el trabajo que están haciendo, porque no sólo aportan seguridad”.
De todos modos, afirma que son meros parches, “para el verano que viene, quiero proponer a la Agencia Valenciana de Turismo un nuevo bombeo para la zona de Playa Lisa y Tamarit. No sólo hay que renovarla, también replantearla, porque tiene fallos estructurales que siempre terminan en problemas. Las necesidades actuales no son las mismas que cuando se construyeron y presentan deficiencias tales como, en la zona de Tamarit, el agua que sale no es todo lo limpia que debería porque la toma está ubicada en una zona donde hay cieno. De cara al año que viene, tenemos que remodelar toda esta zona para solventar el problema”.
Nuevo material
Sólo dos años después de su compra, las sillas anfibias para el baño asistido han tenido que reponerse a toda velocidad. “De hecho, casi todo el material se ha roto. El trámite de la garantía, además, estaba atascado y, personalmente, llamé al proveedor y me encargué de acordar con ellos que nos enviaran el material. Aún así, desde el 1 de agosto están todos los Puntos Accesibles cubiertos pero, como nos gusta preveer las cosas, sigo tramitando la compra de sillas. De hecho, quiero duplicarlas”.
El número de usuarios de los Puntos Accesibles ha aumentado casi a nivel exponencial, especialmente en Gran Playa, “porque además vienen excursiones de otros municipios y cada día podemos tener dos, de entre treinta y cuarenta cada una”.