Santa Pola cuenta este año con banderas azules en cinco de sus playas: Tamarit, Levante, Varadero, Calas del Este y Calas de Santiago Bernabéu, que el año pasado fue reconocida como playa independiente de la de Levante. Respecto al año pasado, por tanto, se mantiene el número de banderas azules, cuya consecución debe cumplir con cuatro requisitos imprescindibles y pasar diversas inspecciones.

Por las edificaciones
Gran Playa y Playa Lisa no pueden obtener las banderas azules, “pese a que tienen los mismos servicios, y la calidad del agua que el resto, por los edificios que están en la playa, dado que las banderas azules requieren que exista una distancia mínima desde la playa hasta las primeras edificaciones”. Por tanto, “mientras los edificios permanezcan ahí, estas playas nunca conseguirán la bandera azul, incluso cuando tienen mejores servicios, por ejemplo, Gran Playa cuenta con punto de atención a discapacitados físicos y psíquicos.

Rigurosos requisitos
La calidad del agua de baño es uno de los requisitos principales para conseguir una bandera azul, y en Santa Pola, “gracias a los análisis que realizamos periódicamente, siempre nos da una calidad de “excelente”’, gracias, entre otros aspectos a la posidonia oceánica”, según Mercedes Landa, edil de Playas.
Otro punto a tener en cuenta es la información y educación ambiental, “que es obligatorio no sólo en materia de cartelería, que informa sobre horarios, fauna..., sino también respecto a las campañas ambientales que se realizan durante todo el año”. La Concejalía de Playas lleva a cabo una media de ocho campañas anuales, como las que se realizan en colegios e institutos. Por ejemplo, este año ya se planea una campaña en los tres institutos, así como en el resto de servicios, sobre la importancia de la posidonia. Otro de los puntos a valorar es la gestión ambiental.
Seguridad, servicios e instalaciones son otro de los puntales sobre los que se basa la obtención de las banderas azules. “Puntos de socorrismo, servicios, Policía...” se valoran muy positivamente. La concesión de las banderas azules es “anual y ello significa estar sujetos a inspecciones durante el año y, si no cumplimos con los cuatro requisitos, nos las retiran”. De hecho, si existe un pequeño vertido o un accidente en la playa, o cualquier otro incidente “debemos bajar la bandera azul”.

Destructivos temporales
Acerca de los diversos temporales, sobre todo los más virulentos de enero y diciembre, Landa afirma que “han sido especialmente destructivos porque han depositado en nuestras playas toneladas de algas”. Para ilustrarlo, bastan los datos que proporciona Landa: “La media de algas que recoge Urbaser cada año es de 7.000 metros cúbicos. Este año, sólo de enero hasta Semana Santa, se han recogido 20.000 metros cúbicos”. Las acciones de recogida y cribado se llevaron a cabo para tener las playas listas antes de Semana Santa, salvo la Cala III de Santiago Bernabéu, “porque no se dio a basto para la gran cantidad de alga, pese a doblar esfuerzos humanos y mecánicos y redoblar horarios. Pero el Domingo Santo ya estaba limpia”.
Además, las playas de Santiago Bernabéu sufren especialmente, dado que, como explica Landa, “aunque no haya tormenta, las corrientes siguen arrastrando las algas que hay dentro del mar, sobre todo desde la zona de Vatasa hacia Santiago Bernabéu, y, además, Vatasa no está recogida en el pliego de condiciones de limpieza del Ayuntamiento, entendemos que porque era una concesión”.