Nuevo premio educativo para el CEIP Vicenta Ruso de Gran Alacant. En esta ocasión, proviene de Ministerio de Educación (los Premios Nacionales) y se ganó en la categoría de Premios Nacionales a la Gestión Medioambiental y la Sostenibilidad. Un premio de reconocido prestigio que va a acompañado de una importante dotación económica: 10.000 euros.
El proyecto de educación medioambiental por el que han conseguido el galardón lleva por nombre ‘Lluvia Ascendente’ porque “al contrario de lo que se cree, llueve de abajo a arriba”, según declaran. De esta manera, pretenden dar importancia al ciclo del agua “y al papel esencial de la vegetación en ello. Nosotros llevamos a cabo un huerto escolar ecológico y a partir de él desarrollamos múltiples actividades, como agricultura ecológica; jardín medicinal; huerta urbana (macetohuertos); Etnobotánica (aplicación de las plantas a la vida cotidiana de las personas a nivel culinario, cosmético, medicinal…); concienciación y sostenibilidad medioambiental y alimentación saludable y ecológica
Experimentos
A lo largo del año han realizado diversos experimentos “regando con agua de mar, incorporando algas de mar a la tierra e incluso arena de la playa (todo en dosis pequeñas). Todo ello para proporcionar sales minerales”. Han construido un semi-invernadero con botellas de plástico, talleres de palma, han celebrado el Día del árbol, un sinfín de actividades, tal y como narra el docente Alfredo Oteros, quien agrega que “iniciamos el proyecto porque el Ampa puso en marcha un huerto que, por desgracia, no funcionó del todo bien, porque dependía de la disponibilidad horaria de algunos padres. Así que el colegio me propuso que lo llevara un maestro, yo”.
A raíz de ahí se comenzó a trabajar en conjunto con los alumnos y “en lugar de ese huerto, ampliamos a dos más con un jardín medicinal. Buscábamos proporcionar experiencias a los alumnos que difícilmente podrían adquirir solamente en un libro. Relacionar lo teórico con lo práctico. Queríamos crear una verdadera ‘revolución verde’ y no la que sufrimos. Una revolución que comienza incorporando, en las cabecitas de nuestros alumnos, la semilla de la conciencia y el respeto a la naturaleza. Una revolución que impida que dejemos a nuestros hijos y nietos un planeta muerto, y sí un futuro”.
Participaron en el premio porque “era una manera de hacer visible nuestro proyecto a nivel de España y, si fuera posible, recompensar todo nuestro esfuerzo”. Sin duda alguna, objetivo más que cumplido.