La Policía Local de Santa Pola ha impuesto una multa de, como mínimo, 2.500 euros al dueño de un perro de raza potencialmente peligrosa (vecino de la localidad). El vecino, que iba paseando al cánido por al vía pública, fue requerido por los agentes para que aportara la documentación (es obligatorio llevarla consigo siempre que se saque al perro).Además, fuentes fuentes policiales aseguran que este tipo de perros siempre han de ir atados y con bozal. Los agentes municipales se hicieron cargo del animal hasta el momento en que su dueño “subsane las deficiencias y se haga cargo del pago de la multa, de una cuantía muy elevada”. Cabe recordar que las razas potencialmente peligrosas vienen recogidas en el Real Decreto 287/2002, de 22 de marzo.