Nueva batalla de pólvora en pro de la reconquista, de recuperar el Castillo como símbolo de la cristiandad y de los valores de confraternización (aunque el paladín Moro acabe algo mal). Gran actuación en el primer año de Gaspar Gómez (por los moros) y Joel Pomares (por los cristianos), que dejaron bien alto un listón difícil de superar. La entrada en el fin de semana hizo que esta reconquista tuviese un sabor especial en asistencia de público (muchos foráneos), que no quisieron perderse un gran espectáculo. Manuel Gabino (que vive su personaje con total intensidad) y Vicente Valero no defraudaron como embajadores. Un aplauso para todos.