La Semana Santa no ha estado, precisamente, exenta de fuegos. De hecho, el pasado miércoles se produjo el más grave de todos. Los vecinos avisaron al 112 del humo y llamas que podían verse en una vivienda de la calle Calamar, en la zona norte del pueblo, en el Calvario. Afortunadamente, ninguna persona fue herida, aunque hay que lamentar la muerte del perro de una familia.
El fuego de la calle Calamar sí que tuvo más que considerables daños materiales en la vivienda y para extinguirlo fueron necesarias la presencia de dos dotaciones de bomberos, además de tres de la Policía Local de Santa Pola. De momento, no se sabe con seguridad el origen del mismo, aunque según el expediente todo apunta que tuviera origen eléctrico, “porque se intenta extinguir un foco en el salón, concretamente en el aparato de aire acondicionado”. Se descarta, eso sí, que fuera provocado.
Incendios, aunque de más pequeña consideración, los ha habido. El primero de ellos, este mismo lunes (a las 05.17 horas), en Poeta Miguel Hernández, número 8. Afectando al primer piso de una vivienda de las inmediaciones del foco, un colchón que se había dejado para la recogida de voluminosos. También se tuvo que sofocar un fuego en un contenedor de papel, en la calle González Vicén, el día 15, a las 13.30 horas, “éste a todas luces intencionado, aunque desconocemos la génesis, por el momento”, apuntan desde la Policía Local de Santa Pola.