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Más de cinco millones harán realidad el Hispanidad para padres, alumnos y profesores que no olvidan

 
Viernes 27 de enero de 2023 0 comentarios
 

- A escasas fechas de licitar las obras de construcción del nuevo centro, la comunidad educativa del centro educativo se manifiesta para recordar que llevan años esperando la solución

27/1/23. El pasado día 20, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del CEIP Hispanidad organizó una manifestación con motivo del décimo aniversario del derrumbe del antiguo centro, acaecido el 11 de enero de 2013 (alrededor de las nueve de la mañana). El suceso, ocurrido en el aula de cuarto de Primaria que se encontraba en la planta baja del edificio, se saldó con nueve niños de entre 9 y 10 años de edad y una profesora heridos con contusiones de diversa consideración.

Literalmente, el suelo se abrió bajo sus pies cuando cedió parte del forjado del suelo, donde se encontraba situada el aula, cayendo desde una altura aproximada de un metro. A partir de entonces, profesores y alumnos fueron ubicados en el José Tovar, un centro orientado a la formación para el empleo pero que, por acuciante necesidad, se ha adaptado durante estos años como espacio educativo para alumnos de Primaria. Una andadura que ha contado con el apoyo de la comunidad educativa, pero que no ha estado exenta de problemas, tales como los diversos cambios de localización del patio y zona para la realización de actividades de educación física.

La representante del AMPA, Jaqueline, mientras se dirigía a los presentes, dejó bien claro que era la “primera manifestación” de las muchas por venir para conseguir un colegio digno. Flanqueada por las pancartas en las que se exhortaba a las autoridades a la construcción de un espacio que no separase más a los hermanos (Infantil y Primaria están en centros distintos, lo que supone un enorme descalabro para las familias con hermanos en el colegio); además, reclamaba, como todos, tener un comedor, para no tener que desplazarse a otra ubicación para poder acceder a este servicio.

Máxima, adaptación

Mari Paz, madre y profesora del Hispanidad, recordó que, ese viernes, aunque tuvieron que salir corriendo del colegio, volvieron a recuperar cierta normalidad el mismo lunes, cuando gracias a un enorme esfuerzo conjunto (Profesores, Ampa, Ayuntamiento, Bomberos, Policía, Guardia Civil...) se dispuso el Tovar para suplir las necesidades. “Comenzamos a hacer los recreos en el parking de una discoteca, y nos adaptamos. Al curso siguiente el edificio ya estaba prácticamente adaptado, con carencias, pero adaptado. Años más tarde tuvimos la gran suerte de que nos hicieran el patio que tenemos hoy en día, para que no tuviéramos que cruzar la calle para ir al recreo o educación física... y nos hemos seguido adaptando”.

Explicó que la adaptación continúa, porque carecen de biblioteca, teniendo “biblio patio o biblio pasillo, no hay sala de profesores, gimnasio para los días de lluvia o pistas en las que poder jugar todos a la vez. Hemos organizado talleres y rincones en aulas de escasos metros cuadrados”.

Destacó que aún no han podido olvidar las mascarillas porque “aún tenemos que ir en bus”; y que insisten en realizar convivencias anuales entre Infantil y Primaria porque “somos eso, un centro de Infantil y Primaria, que necesitan estar juntos. Las familias han aprendido que somos un solo colegio, pero con dos edificios. Si hay que tramitar documentos me tengo que ir a las afueras, al Tovar... pero el bus sale de aquí (las instalaciones de Infantil del Hispanidad), el profesorado se parte en su horario....”.

Quiso terminar con un fuerte agradecimiento a las familias, quienes mantienen año tras año las matriculaciones, “y siguen confiando en nuestro proyecto educativo”. Al alumnado, profesorado, conserjes y Ampa deseó también dirigirse, pues ellos han sabido, desde el primer día, “adaptarse, aprendiendo, enseñando y ayudando en las condiciones que estuviésemos”.

Recordó todos los trámites burocráticos que se realizan y han realizado durante los últimos diez años, “para que el Hispanidad esté donde le corresponde, en este maravilloso lugar. Lo que queremos es que no se demore más, que el nuevo edificio se construya de una vez por todas y volver a la normalidad lo antes posible. Hispanidad se lo merece, Santa Pola se lo merece, por eso nos manifestamos hoy, porque significa eso, convertir en realidad nuestro pensamiento”.

Carta del Ayuntamiento

A este propósito, la concejal de Educación, Trinidad Ortiz, ha escrito una carta a los padres en la que se destaca que, tras diez años de lucha, por fin “el Ayuntamiento de Santa Pola ha recibido el proyecto básico del CEIP Hispanidad (...). A partir de aquí, comenzará el proceso para adjudicar la obra, y en breve, comenzarán los trabajos de construcción del nuevo colegio”.

Continuaba preguntándose cómo se ha llegado a esta situación tras una década desde el trágico sucesos. “En solo 2 años, desde que recibió las competencias para poder intervenir en el colegio Hispanidad (enero 2021), el Ayuntamiento puso en marcha la licitación de la redacción del proyecto (septiembre 2021), los estudios técnicos, financieros y geotécnicos, y la adjudicación definitiva del proyecto (octubre 2022)”.

Para la concejala, resulta cuanto menos “curioso que, en los siete años anteriores, cuando todo el procedimiento dependía de la Generalitat Valenciana, no se haya hecho absolutamente nada por el CEIP Hispanidad. Nos encontramos ahora, gracias al esfuerzo de todos, en el último paso y esperamos que la comunidad educativa pueda disfrutar en breve del nuevo colegio”.

Recepción del proyecto


Tal y como comentaba la edil de Cultura, Trinidad Ortiz, el Ayuntamiento ha recibo el proyecto básico por parte de la empresa adjudicataria. Ahora, llega el turno de los técnicos municipales, quienes tendrán que revisarlo y ponerlo al día con el estudio geotécnico terminado. De esta manera, la empresa habrá de finalizar el proyecto de ejecución para poder licitar las obras de construcción.

La construcción del nuevo Hispanidad tiene un presupuesto de 5.061.177 euros. El centro podrá acoger hasta 400 alumnos en dos líneas (Infantil y Primaria); contará con aula de Infantil 2 años, más tres clases de Infantil y seis de Primaria. El comedor tendrá capacidad para hasta 200 comensales a la vez (pudiendo dar servicio a todos los niños en dos turnos, si fuera necesario).

Una “U invertida”

El proyecto está contemplado para realizarse en varios niveles, ya que la parcela presenta un fuerte desnivel. Hay dos partes principales, la de Infantil y la de Primaria, sirviendo el módulo de “administración”, donde se recogen las instalaciones generales del proyecto, el que sirve como nexo de unión entre ambos.

Hay también un pabellón polideportivo, accesible a través del patio, quedando ubicada la cocina y el comedor anexo en el nivel superior (Primaria). El aparcamiento está previsto que quede en la parte superior del solar actual, siendo un tercer nivel (por encima de los anteriores mencionados). Las personas con movilidad reducida tendrán un acceso exclusivo, cercano al núcleo de comunicación (el módulo de administración).

El edificio, por tanto, tendrá forma de “U invertida”, quedando el bloque de Infantil paralelo a la calle Logroño, de forma que las aulas exteriores estén orientadas al este; el edificio de Primaria lindará al norte. Como existe un desnivel elevado, todos los usos (aulas, baños, salas polivalentes...) de cada uno de los niveles formarán un espacio propio. La parte de administración y profesorado, se posa sobre el ala de Infantil para enmarcar la entrada. Esta disposición favorece que los patios del alumnado queden separados, permitiendo así un correcto desarrollo del juego por edades.

Un espacio acogedor y agradable

Desde el equipo redactor del proyecto se quiere recordar que, al tener todos los usos en una pieza única (en una altura) se adaptan mejor a la escala humana, entendida como “la proporción del espacio acorde a estas dimensiones, teniendo en cuenta a quién sirve y quién habitará este espacio. Es más amable, también, para el peatón a nivel visual y estético, para los trabajadores y usuarios y los posibles visitantes, que disfrutarán de un espacio acogedor y agradable”.

El gimnasio (emplazado en el noroeste) cierra la parcela, quedando el volumen edificatorio de “U” que abraza el gran patio interior, donde se pondrán las pistas deportivas. Así, aunque el gimnasio (pabellón) esté en planta baja, tendrá una altura mínima de 7,5 metros, permitiendo realizar casi cualquier tipo de actividad deportiva. El ala de Primaria hará de nexo de todos los usos ya que, por su tamaño, “parece coherente que cumpla esta función de atado”, destacan desde el equipo.

 

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