Acompañada de los representantes de las comparsas festeras y de Moros y Cristianos y de la Corte Mayor, Infantil y de la Tercera Edad, subidas al escenario situado frente a la “peineta”, la noche del Pregón 2023 tuvo presencia y protagonismo de mujer. Primero, un aria interpretada por la soprano Yolanda Marín, seguidamente, la alcaldesa, Loreto Serrano y, finalmente, la Pregonera 2023, María Asunción Pérez Martínez.

Serrano, en la presentación de María Asunción, destacó que engloba tres puntales requeridos para ser pregonera: “una mujer que viviera las Fiestas de forma intensa, que estuviera vinculada desde el principio en todos los actos y fuera partícipe responsable de su crecimiento y evolución”.

La mujer, pieza y eje central

La Pregonera 2023, confesó sentir al principio el “síndrome de la impostora”, aseguró ser una persona que trabaja de puertas adentro, no muy dada a discursos, “pero el ánimo de todas los vecinos y festeros me han animado a dar el Pregón”. Un Pregón que tuvo a la mujer como eje central y principal responsable del mantenimiento de las tradiciones y la transmisión del amor tanto por la Fiestas como por la Virgen de Loreto.

Recordó María Asunción el amor de su madre a la Patrona, y de cómo su casa se llenaba de flores el día de la Ofrenda, “como si de un vivero se tratase”, entre otras muchas anécdotas. Y si de su progenitora surgió el amor a la Virgen, de su suegra el amor y la implicación por la Fiesta de Moros y Cristianos, “pues fue ella quien, junto con otras mujeres, montaron una pequeña comparsa para salir en el Desfile Multicolor. Ese fue el germen de la que, al año siguiente, sería la comparsa Beduinos”.

“Como ellas, han sido muchas las santapoleras que se han implicado. Todas han cumplido el papel exigido a la mujer de su tiempo pero, además, como cohesionadoras de la sociedad, su labor no era imponer su poder sobre nadie. Sino pensar y trabajar por y para todos, poniendo el foco en las futuras generaciones, para poder avanzar a nivel social y cultural, así como conservar las tradiciones.

Expuso además que la presencia femenina en los puestos de responsabilidad en los entes festeros es una evidencia. “Los Moros y Cristianos de Santa Pola son característicos de ello. A diferencia de otros municipios, aquí la mujer ha formado parte activa de Moros y Cristianos desde sus inicios, al contrario que otros, cuya presencia ha sido paulatina”.

En la villa marinera se han entendido las Fiestas como forma de conmemorar tradiciones y espíritu de pertenencia, por lo que nunca se ha hablado de géneros, “ya que entre todos se ha trabajado para que la fiesta fuera evolucionando y creciendo. Como presidenta de la asociación me siento orgullosa de ello”.

Su otra familia

Aunque ha tenido sus más y sus menos con la tecnología y, hasta el año pasado, se negó a formar parte del grupo de Whastapp, pues confía más en el contacto directo, en las llamadas en el tú a tú con la persona, la Pregonera 2023 explica que, sus 25 años como presidenta de la Asociación de Moros y Cristianos, “han supuesto un crecimiento personal. Aunque la concepción de la fiestas ha evolucionado, la gestión de ésta aún más”.

Habló de las nuevas generaciones, de su necesaria implicación, que ha llevado al crecimiento y remodelación de actos como las Embajadas. El Asalto Moro, que comenzó siendo un paseo por barca, ha evolucionado a un acto que es puro espectáculo, que hace las delicias de festeros y visitantes, abarrotando la playa, donde colaboran grandes y pequeños, garantizando así el futuro.

No quiso olvidarse de los festeros que, sin recibir nada a cambio, “se han ofrecido para ser Embajadores y Paladines”. Recordó al embajador que tuvo que ser “doblado” porque era imposible que se aprendiera el guión, o el susto que dio el paladín moro, que se metió en la boca una “bolsa de ketchup o cualquier idea loca de efectos especiales... pensábamos que lo perdíamos”.

Saltando entre anécdotas, nombró a las comparsas y su sentimiento hacia ellas: “Contrabandistas se estrena en las fiestas, un nuevo tipo de música y una manera diferente de desfilar de la que estamos acostumbrados. Astures son implicación, siempre al pie del cañón, dispuestos para participar en todos los actos y demostrar que en el bando Cristiano se puede pasar igual de bien que en el bando Moro. Almogávers son confianza, su identidad propia y manera de implicar a todas las generaciones que componen la comparsa. Templarios son motivación, siempre dispuestos a colaborar y salir de nuestro municipio para generar redes que hagan más grande la fiesta. Piratas son superación, son ahora mismo la comparsa más antigua, a pesar de los problemas que se han ido encontrando han sabido sobreponerse y asegurar su participación”.

“Llaganyosos para mí son aliados e historia festera. Ese año celebra su 50 aniversario, demostrado que las raíces se cuidan y riegan. Aprovecho para felicitaros y os deseo que las raíces sigan creciendo. Beduinos, son mi familia, espíritu de pertenencia, una de las razones por las que llevo muchos años trabajando por y para la fiesta”.

Y su sangre

“Aunque yo he sido la cara visible, siempre he tenido el apoyo incondicional de mi marido, que ha estado ahí dando aliento y ayudando a sacar adelante todos los retos festeros. De la misma forma que lo hemos hecho con los retos que han surgido como familia. Si de algo me siento orgullosa es de transmitir esos valores a nuestros hijos y nietos”, afirmó la pregonera.

“Hoy, mis tres hijos forman parte de la estructura activa de la Fiestas, pero no solo ellos, también sus parejas, haciendo que lo que nosotros les enseñamos se lo enseñen a sus hijos, fortaleciendo así ese vínculo”. Un vínculo que se extiende más allá de la familia nuclear, que toca a la cercana y, también, a la espiritual, como son los amigos: “haciendo que la fiesta esté presente para todos en nuestra vida. Es lo aprendido de nuestras antecesoras y evolucionará con las nuevas generaciones. En ellas reside el valor. Sigamos tejiendo redes y haciendo que cada marcha festera nos recuerde nuestra identidad”.

Participación

Y, como la fiesta no es algo exclusivo, sino participativo, propio del carácter santapolero, invitó a la alcaldesa y Nely Baile al escenario para que, unidos por la música, marchasen hacia los días más grandes del municipio. Sin embargo, su familia tuvo a bien como sorpresa el que Maria Asunción y Ximo Sempere se abrazasen al son de una marcha mora, mientras una representación de todas las comparsas desfilara, cual guardia de honor, frente al escenario.

El dulce mecer de una filá sirvió de baile para la marcha que engalanó la puerta del Castillo, teñido de verde esperanza, por el presente y futuro de nuestras Fiestas.