
Haya gustado más, haya gustado menos, lo que sí puede decirse es que la Invasión Zombi no ha dejado indiferente a nadie. Según datos de la empresa organizadora, participaron un total de 400 personas, entre supervivientes (210), personal de la organización (80) y zombis (110). Unos números un tanto por debajo de lo esperado pero, según declaraban al medio algunos jugadores, “el precio de las entradas echaba algo para atrás”. Sin embargo, si se tiene en cuenta que, por 30 euros anticipada, había diversión programada hasta las cinco de la mañana, se hace más razonable.
Mala organización, falta de información, aburrimiento, pruebas poco claras, confusión… las redes sociales han ardido desde la madrugada del martes. Lo cierto y verdad es que centenares de personas se agolpaban en el parque Sorolla a las once de la noche para ver el inicio de una invasión zombi en toda regla. Invasión que comenzó con algo de retraso porque, aclara Dani Priego, director de la compañía que ha puesto en marcha esta iniciativa, “la gente se llevaba los carteles o los cambiaba de sitio”.
Caos a drede
En ese instante, se sembró el caos en la villa. “En un ataque zombi hay caos”, declaraba Priego, “falta información, los soldados pueden tanto ayudar como entorpecer, la supervivencia no está asegurada. Esa era la sensación que queríamos transmitir y, creo, lo hemos conseguido”.
Aunque es consciente de las críticas, “algunas correctas, y permitimos en ese mismo instante que los jugadores se reincorporasen”, añade que “si a la última prueba llegaron cien personas, entre ellas un niño de nueve años, no sería ni tan difícil ni estaría tan mal organizado”. Fue, precisamente, en ésta, donde “murieron el 70% de los supervivientes, en el Polapark, tal y como se tenía previsto”.
Descalificaciones
La información, declara, fue suficiente y dentro del pack estaba todo bien explicado, “y no es lo que se ha posteado en fotos en las redes”. Sin embargo, quiere pedir disculpas a quien le haya sentado mal la dinámica del juego, “pero el objetivo es divertirse, no ganar a toda costa. De hecho, tuvimos que descalificar a gente que cogió un coche tras la última prueba para acercarse a las tabarqueras. De acuerdo que no estaba escrito en las normas… pero hay que tener un poco de sentido común. Las críticas, son libres”.
Por otro lado, la Policía Local de Santa Pola informaba de que hubo “total normalidad” en el desarrollo del role play Invasión Zombi. Pese a la normalidad, sí que se han interpuesto quejas ante la Policía, las cuales obedecen al espectáculo en sí. Unas quejas, que serán transmitidas a la Oficina Municipal de Información y Consumo, las cuales evidencian temas tales como que “no había información en los puntos de control”. Las mismas piden que se depuren las responsabilidades adecuadas.