Los vecinos de Playa Lisa están de acuerdo con las obras de renovación de la red de agua potable y reacondicionamiento de la zona, pero no en el cuándo y en el cómo. Para empezar, desde la Asociación de Vecinos apuntan que ha habido falta de información, de comunicación, especialmente a los comerciantes de la zona. De hecho, enfatizan que “nos enteramos por la prensa. Nosotros no sabíamos nada”.
Estas obras afectan a un comercio que, tal y como se expuso en la reunión urgente del pasado viernes, verá cómo sus ingresos merman en picado durante el verano porque “hay algunos que ni tan siquiera tienen acceso a su propia tienda”.
Otros establecimientos “no han tenido luz hasta las tres de la tarde” (por el miércoles de la semana pasada)” y no se avisó correctamente., “no de forma directa a los comercios, sino a través de cuatro papeles pegados en las señales”.

Proyecto de fiestas
Las obras también se llevan por delante todo el proyecto que se realizó para las fiestas del barrio, que tendrán lugar la primera semana de julio. La presidenta, María Torres, asegura que hicieron la petición en el mes de enero “y no se nos dijo nada de que se harían obras. El concejal de infraestructuras, al menos, no comentó nada, y eso que se presentó toda la documentación en el mes de abril. El informe técnico lo íbamos a presentar el mismo día que vimos la nota en prensa, el pasado día 10, en el cual hemos invertido mil euros”.
Tampoco, recalca, “se dijo nada cuando acudió la alcaldesa con varios concejales más a otra reunión que mantuvimos recientemente”, aunque sí se adelantó que se acometerían obras para arreglar aceras y algunas cosas, “pero como el que dijo que se iban a cambiar los contenedores… y tardaron cinco años”.
Todos están de acuerdo en que las obras son más que necesarias, “pero no en temporada estival. En la Asociación somos 203 vecinos y no habría estado de más una llamada para avisarnos o para consultarnos”.

Oídos atentos
Dicho esto, no quiere dejar pasar la ocasión de alabar la rápida reacción del departamento de Fiestas del Ayuntamiento, “que se ha portado con nosotros para quitarse el sombrero. Especialmente Anna Antón y su equipo, quienes vinieron a ver cómo estaban las obras y nos han permitido que instalemos las fiestas del barrio desde la Calle Ronda con Cristóbal Sanz hasta Cartagena, dejándonos que instalemos en el parque los puestos de venta”.
Alaba también la actitud de Samuel Ortiz, edil de Participación Ciudadana, “quien fue el único que acudió a la reunión de este viernes y quien afirmó que se encargará personalmente de dar traslado de nuestras quejas al concejal de Infraestructuras”.

Acciones a tomar
Merecidas alabanzas aparte, quiere recordar que “la gente está muy cabreada”. De hecho, ya se ha puesto en marcha una recogida de firmas para que se paralicen las obras (o que pongan más operarios para que estén listas a primeros de junio) y que éstas se retomen en el mes de octubre. Recogida que culminó el pasado miércoles por la noche, siendo entregadas en el Ayuntamiento el jueves por la mañana. Se presentaron 584 firmas, “de un total de 800 vecinos censados en el barrio. Y eso teniendo en cuenta que muchos de los residentes se han ido a Madrid, Zaragoza o Bilbao para acudir a comuniones y cosas por el estilo”.
María Torres asevera que esta recogida de firmas es necesaria “porque no nos tenemos que esconder y siempre hay que apoyar las iniciativas de los vecinos”. Espera que el Consistorio escuche su petición y les de una cumplida respuesta, “en caso contrario, no descartamos nada”. De hecho, en el propio escrito presentado ayer en Registro se asevera que “en caso de no contestar en una semana, la Asociación de Vecinos tomará otras iniciativas”.