EDUCACIÓN
 

Las madres del Hispanidad reivindican su alta calidad educativa y su ambiente familiar

 
Viernes 10 de marzo de 2017 0 comentarios
 

María Monreal, Adriana Herrán, Gissela Ruiz, Eva Sotoca y Ana Alonso son algunas de las madre que tienen a sus hijas e hijos escolarizados en el Hispanidad. Tanto en Infantil como en Primaria. O, lo que es lo mismo, que van al cole tanto en las aulas del José Tovar (Primaria), como al edificio que queda en pie del Hispanidad. “Los niños en el Tovar están bien. No es un colegio en sí, pero las instalaciones les dan todo lo que necesitan. Es un centro nuevo, con aire acondicionado en verano. Y ahora, con el patio nuevo, mejor, pues no hay que cruzar la carretera”, declaran.
A pesar del cambio que han tenido, se han adaptado bien, “lo importantes es que el profesorado es muy bueno. Les han hecho ver que están en su colegio. Para ellos es su cole y tienen todo lo que tenían en el otro”. La pregunta es si se sienten igual que el resto de sus compañeros del Hispanidad, “aunque estén separados, el mismo profesorado los junta… fiesta de la paz, carnaval… muchas son las actividades que hacen para que no noten la diferencia”.
También quieren señalar que lo más importante no son las instalaciones, sino la calidad educativa, “y el Hispanidad tiene varios premios a la excelencia académica”. De hecho, podríamos decir que es raro el año en que no cae uno o dos. Sin duda alguna, consideran que es el profesorado el responsable de la alta calidad, “pero no sólo educativa, también humana. Somos todos una familia. Desde los profesores hasta la propia conserje… que no es una conserje, es María”.

Todos son amigos
Es un cole pequeño donde todos son amigos de todos, “y en infantil igual. Es un nivel muy alto. Son pocos niños a día de hoy, pero aprenden muchísimo y hacen grandes cosas y a menudo entre las tres clases”. Es importante que se relacionen, que se abran, “tanto es así que pasan de Infantil a Primaria con un nivel muy alto”.
Se sienten las madres orgullosas de la comunidad educativa que han construido en el Hispanidad, “de hecho, el que lo ha probado, se ha quedado”. Y lo dicen con conocimiento de causa, porque las ratio se completa con las matriculaciones fuera de plazo, “gente que viene nueva al pueblo o que no han podido conseguir plaza”. Ninguno de ellos, especialmente en el segundo caso, han pedido tras un solo año el traslado de centro.
Hay mamás que ya estaban en la comunidad del Hispanidad cuando se cayó el cole, “y ni me planteé el cambiarlo. Funcionaba muy bien y funciona ahora. De hecho, mi hija cumple tres años este verano y la voy a matricular en el Hispanidad”.

Sorpresa
Se muestran sorprendidas de que algunos padres no quieran inscribir a los niños: “tienen otro colegio, al que pueden ir en autobús, de forma gratuita. Y lo mismo para la hora del comedor, también de forma gratuita. Pudiendo recogerlos los padres en el centro que mejor les venga, además. O dejarlos por la mañana de la misma forma”. Incluso, algunas se sorprenden “porque gente que lleva a sus hijos a colegios privados de fuera de Santa Pola, que salen a la carretera todos los días, ven mal que se ponga un bus que tiene que recorrer cuatro calles” y con la salida y entrada escoltada por la policía, “más seguros, no están. El bus no arranca si no tienen todos el cinturón”.
Hasta ahora, todo han sido con respecto al Hispanidad alabanzas. Llega el momento de las críticas, pero no a su centro o a su profesorado, sino hacia “aquellos que no se atreven a matricular, porque perjudicaría no a nosotros, sino a todos los centros. Nuestro miedo es que, si se pierde la unidad educativa por baja matriculación, desparece el Hispanidad. Reubicarían a los niños en el resto de colegios y éstos se masificarían”.

Todos afectados
Todos, matriculados o no, se verán afectados, “pero no tienen que esperar a que se construya el centro. Nos dicen que han oído hablar muy bien del cole y que traerían a sus hijos si tienen un cole nuevo”. Si Conselleria decide que reubican a los niños en otros colegios, “hay clases que superarían la ratio. Varios cursos, de hecho. Más de treinta niños de Primaria por aula. Un caos para el profesor, para los alumnos y para los padres”.
¿Quién se beneficia de una educación con clases saturadas? “Nadie, responde. Quizás Conselleria, que tiene un cole menos. Pero no sólo los que vienen del Hispanidad, ningún niño del resto de colegios”. De momento, aseguran que “como el problema está contenido y sólo nos afecta a nosotros, nadie escucha. Si desaparece, este curso, el que viene o el siguiente, ya será de todos y comenzarán los madres mías”.

No habrá colegio
Porque Conselleria ha dicho tajantemente que no habrá colegio. Como madres quieren animar a todo aquel que quiera conocer este colegio y que, próximamente, tenga que matricular a sus hijos, “que se pongan en contacto con nosotras. Si no estuviésemos contentas, ya habríamos cambiado a los niños de cole”.
Insisten en que el profesorado “se vuelca con los niños. Van mucho más allá de lo que es su obligación. Pequeños detalles que hacen que este colegio sea una pequeña gran familia”. Y con nivel alto, “que en Infantil de P3 ya mandan tareas para involucrar a los padres en el proceso educativo, para casa. Desde siempre han incidido mucho en el concepto de excelencia, en la cultura del esfuerzo, la responsabilidad, la igualdad y los valores” (eso por lo que tanto se clama).

 

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