En menos de dos horas, varias calles de Santa Pola, especialmente de la zona de Gran Playa y Playa Lisa, quedaron parcialmente anegadas debido a la tromba de agua que, en palabras de Loreto Serrano, concejal de Infraestructuras, “cayó prácticamente el mismo número de litros que a lo largo de todo el invierno”. Algunos garajes y portales sufrieron pequeñas inundaciones. El tráfico, en la rotonda de la carretera de Elche, tuvo que ser interrumpido y desviado alrededor de las nueve de la mañana, debido a la acumulación de agua “frente a las dependencias de la Policía Local”. Serrano apuntaba que, “afortunadamente, no hemos tenido que lamentar grandes desperfectos y, las obras realizadas, especialmente en el Paseo de Adolfo Suárez, han evitado que se inunden zonas que, históricamente hablando, quedaban anegadas”.
También aseguraba que es prácticamente imposible evitar este tipo de incidentes “por las condiciones en las que se ha construido el pueblo. Las zonas bajas de Gran Playa y Playa Lisa están por debajo del nivel de la playa, con lo que el desagüe de tal cantidad de litros en tan poco tiempo es imposible, al cota de pendiente, en algunos tramos, no llega al medio centímetro, demasiado baja. Además, tampoco se pueden canalizar las aguas pluviales a la depuradora, puesto que, en caso de tromba, se corre el riesgo de que esta se desborde, provocando así muchos más desperfectos”.
Finalmente, la tromba de agua provocó también la caída de una farola frente al Ayuntamiento, tal y como apuntaban, al menos, las primeras pesquisas que se llevaron a cabo.