Las playas de Santa Pola ofrecen mejores datos de satisfacción, menos quejas de usuarios y un aumento de cantidad de residuos recogidos durante la última temporada de baño. Así queda reflejado en la Memoria de Playas 2017, presentada ayer ante el Órgano Gestor de Playas, la entidad que se reúne de manera anual en el Ayuntamiento, donde están representadas las áreas de trabajo que se mueven en torno a las playas, como son Limpieza, Servicios, Infraestructuras, Policía, Contratación y las empresas adjudicatarias que explotan servicios en este ámbito. Estos datos reflejan, según la edil Mercedes Landa “la grandísima labor y esfuerzo de las personas que trabajan para los 11 kilómetros de playas de Santa Pola, de las grandes desconocidas y poco valoradas del municipio”.
Con un nivel de cumplimiento de objetivos del 83% del total respecto al compromiso adquirido en 2016, la Concejalía de Playas destaca como gran avance la adaptación al nuevo sistema de gestión ambiental ISO 2015, lo que conlleva “más control y más calidad”. El próximo paso, según Landa, sería incorporar la norma de accesibilidad universal (Criterio DALCO) para que las playas no supongan ninguna barrera a nadie (incluidos deficientes visuales o auditivos). Las campañas ambientales han ayudado a que los voluntarios recojan 267 kilos de residuos (frente 4,5 kilos en 2016), mientras que la empresa adjudicataria retiró 555.000 kilos de basura.
Para Mercedes Landa, entre lo mejor de 2017 se encuentra el nuevo pliego de socorrismo, el tratamiento a la posidonia y la construcción de aseos en Gran Playa. Y como peor noticia, destaca los dos vertidos contaminantes que “no causaron ningún daño pero obligaron a cerrar esas playas hasta disponer de una muestra positiva”.
La concejalía trabaja en la actualidad en un pliego de quioscos con diseño ecológico, otro pliego de hinchables acuáticos, la reforma de baños en Levante y Varadero, la gestión de baños accesibles en los paseos, más oferta ocio en temporada alta y desestacionalizar la demanda turística, con oferta ocio en temporada baja. Para 2018, los objetivos son “evitar que se pierda más arena, trabajar por un turismo inclusivo y ofrecer turismo de calidad todo el año”, explica la memoria presentada ayer jueves en el Ayuntamiento.