La Policía Local de Santa Pola pone en marcha la “Patrulla Covid-19”, un servicio de reciente creación que trata de controlar la normativa existente en materia de salud pública, implementada por los diferentes organismos estatales y la Comunidad Valenciana para hacer frente al coronavirus. Lleva prestándose quince días aproximadamente, e intervienen de forma generalizada todas las patrullas en la detección de irregularidades en los diferentes establecimientos; la Patrulla Fiscal, las unidades de playa y, con mayor intensidad, el servicio Covid-19. Todos los agentes del cuerpo tienen algún grado de implicación, aunque las intervenciones de mayor calado se realizan por aquellos formados en la materia y que forman parte del servicio Covid-19.
Las inspecciones se realizan en todos los establecimientos públicos, con especial atención a los que tienen capacidad para congregar a más personas. Sin embargo, la ingente cantidad existente en el municipio unido al volumen de servicios que atienden durante el verano no les permite llegar a todos los lugares tal y como desearían. Aún así, se han realizado casi un centenar de inspecciones en locales de todo tipo, y las regularidades detectadas se han subsanado de inmediato. Cabe destacar que se han producido en su mayoría por desconocimiento, porque la normativa que afecta a la hostelería es muy profusa. Con todo, también ha habido sanciones por conductas que eran más propias de una carencia de sentido común que de un desconocimiento de las directrices, como en un local de ocio en el que se estaban compartiendo cachimbas.
El objetivo del dispositivo es informar y asesorar a los establecimientos públicos, e intervenir si determinadas acciones comprometen la seguridad sanitaria de los usuarios. Este servicio ha sido acogido con gran interés por los propios comerciantes y restauradores, y la colaboración es absoluta. Tanto Policía Local como hosteleros comparten el interés mutuo de preservar el turismo que hay en estos momentos, sector gravemente afectado por la crisis sanitaria.
José Miguel Zaragoza, jefe de la Policía Local, destaca que las inspecciones “no se refieren solo al establecimiento, sino que también se dirigen al público que acude a ellos. En este sentido, se han observado comportamientos que afectan a la seguridad sanitaria, como no respetar las normas básicas de prevención”. Las actuaciones más comunes que atiende la Patrulla Covid-19 son las concentraciones de público sin respetar la distancia de seguridad y el uso inadecuado (o directamente inexistente) de la mascarilla. Zaragoza explica que les preocupa la actitud de los más jóvenes y el ocio nocturno, con las llamadas “quedadas”. Sobre todo inciden en la celebración de los botellones, en los que “se comparten bebidas y no se mantienen las normas básicas de seguridad”. Y añade: “estamos trabajando en ello, tratando de atajarlo tan pronto como tenemos conocimiento”. Por otro lado, el uso de la mascarilla en todos los espacios públicos aunque sea posible mantener la distancia de seguridad es una de las últimas medidas implantadas en las autonomías. Tras un periodo de información y adaptación a la norma, los agentes han comenzado a sancionar. Destacan que la gran mayoría de la población ha interiorizado su uso, aunque algunos todavía persisten en incumplir la obligación de llevarla.
La llegada de la tan esperada “vuelta a la normalidad”, el aumento de la población como consecuencia del inicio del verano y la reapertura de los comercios de gran afluencia (entre ellos la restauración), ha supuesto un incremento de acciones relacionadas con la Covid-19. La mayor interacción de los ciudadanos en espacios comunes lógicamente comporta la aparición de los últimos rebrotes, por lo que desde las instituciones y demás organismos apelan a la importancia de que todos atendamos las recomendaciones sanitarias.
Campaña estival
Estos meses veraniegos están siendo muy atípicos en algunos aspectos, y siendo Santa Pola un municipio costero, el uso y disfrute de las playas también ha cambiado, pues se percibe un cierto temor de los ciudadanos a las aglomeraciones. No obstante, los servicios de policía se prestan con la misma intensidad para hacer cumplir las normas sanitarias impuestas. Para ello, se ha creado una unidad de playas, cuyo objetivo principal es controlar el aforo y las actividades de ocio que se desarrollan en ellas, incluida la restauración.
Zaragoza explica que, con respecto al resto de servicio de policía, “seguimos atendiendo un mayor incremento de accidentes de tráfico, conflictos vecinales, persecución de delitos, etc., fruto de un notable incremento de la población por el turismo de segunda residencia. En este sentido, el nivel de incidencias es similar a resto de campañas veraniegas”. Así, el agente desmiente la percepción de que, tras la desescalada, aumentaría el índice de incidencias policiales. “Es entendible que tras un periodo tan largo de inactividad en nuestras calles, algunas personas puedan tener esa creencia. Pero simplemente hemos añadido a los servicios habituales los propios de la Covid-19”.
El jefe de la Policía Local agradece a la agrupación de Protección Civil la enorme aportación que está realizando desde los inicios de la emergencia sanitaria, porque sin su “inestimable colaboración” hubiera sido mucho más difícil atender las demandas de la ciudadanía. Afirma que “se merecen todo nuestro reconocimiento y respeto”. La Patrulla Covid-19 recuerda que es de vital importancia no bajar la guardia con respecto a las incidencias que se producen como consecuencia de la pandemia, porque “en la prevención está la clave del éxito para evitar los rebrotes que se están produciendo a nivel nacional”. Tras las últimas noticias aparecidas en la villa pesquera referentes a los rebrotes de coronavirus, están obligados a mantener un servicio policial con mayores refuerzos, haciendo frente a la preocupación de la ciudadanía y salvaguardando la salud pública.
