Un número sensiblemente inferior de personas que el año pasado participó en la marca convocada por los sindicatos UGT y CCOO para el Primero de Mayo. Una marcha en la que se reivindicó la lucha por los derechos laborales y donde se calificó de auténtico “genocidio económico” la crisis que padecemos. “En este genocidio que el capital llama crisis ha habido destrucción en todas aquellas familias que, de forma humillante, con niños, ancianos y padres, han perdido lo único que mantenía el sustento familiar. Les quitan lo que nadie debe perder jamás: el trabajo”. Tampoco quisieron olvidarse de los compañeros y compañeras que trabajan, “pero en precario”.