Servicios Sociales presentaba el pasado día 12 de abril una denuncia ante la Guardia Civil tras haber tenido conocimiento de la existencia de una aplicación de telefonía de mensajería instantánea, YODEL, y el mal uso que se estaba realizando de la misma. Yodel permite, de forma anónima, comunicarse a quien la tenga instalada con otras personas que también posean la aplicación y que se encuentren en un radio de diez kilómetros.
Amparándose en el anonimato, se han detectado comentarios ofensivos, hirientes y, como reza la denuncia, hasta posiblemente delictivos sobre menores de edad de esta localidad. Los menores, por tanto, se encuentran “expuestos ante insultos, amenazas, comentarios y rumores malintencionados, ofensivos e hirientes, con contenidos sexuales inapropiados o con estereotipos de género o violencia machista”.
Niñas acosadas
Según la educadora social Coro Moreno, “la voz de alarma la da una usuaria, quien comentó que su hija estaba siendo acosada a través de una aplicación nueva”. Pese a ser supuestamente anónima, “además de los insultos, se estaban dando datos de nombres, apellidos, curso, centro escolar…”. Moreno descargó personalmente la aplicación y pudo comprobar, de primera mano, que era cierto: “¿Qué opinas de Fulanita de Tal de la clase Y del centro Z? Ponía uno y, a partir de ahí, ponían lo que querían. Normalmente, el tipo de comentarios eran “vejatorios y de contenido sexual”.
Nueva y desgraciadamente, son las chicas quienes reciben más comentarios vejatorios y machistas y, para Coro Moreno, “todo dentro del anonimato. Pues no pide ningún dato, sólo te obliga tener el GPS activado”. Lo que también es un excelente caldo de cultivo “para pederastas, mayores de edad en busca de teléfonos de menores, cuentas de Instagram o cualquier otro dato para ponerse en contacto con ellos y acosarlos”.
Estar muy atento
Piden desde Acción Social que se esté muy atento de las aplicaciones que tienen los hijos, especialmente adolescentes, en el móvil, “pues se meten, repetidamente, contra los más vulnerables, contra los diferentes”. En palabras de Ana Cerezo, psicóloga del departamento, “quienes sufren de ciber-acoso sufren claros efectos: baja autoestima, inseguridad, sentimiento de aislamiento y, en los casos más graves, pensamientos suicidas”. De hecho, aseveraba que, actualmente, atendía a una persona de tan sólo trece años que había manifestado la intención de matarse.
Primeros síntomas del acoso
¿Cuáles son los primeros síntomas, los primeros puntos de alarma que han de detectar los padres? Partiendo de la base que, pese a que siempre se separan algo, especialmente en la adolescencia, “siempre hay que mantener abierto un canal de comunicación con los hijos. El primer síntoma puede venir por la irritabilidad, estrés, fuertes bajadas de peso (de hasta diez kilos en un mes)”.
La recomendación desde Servicios Sociales es contundente: “Denunciar, ante la Guardia Civil y ante el centro educativo, quien tiene unos protocolos marcados en caso de acoso”. De momento, la denuncia ya está presentada ante la Benemérita y quieren recordar “que ésta puede abrir una investigación, puesto que existen métodos de comprobación de la identidad”.
Por si los casos de ciberacoso fueran poco, “hemos detectado en esta aplicación que se citan para peleas o se ofrecen drogas”.