La más veterana del grupo de Damas, Inés Jaén Quiles, tiene 25 años, este nombramiento es todo un honor, “porque tengo amigas muy cercanas que han sido damas o reina, incluso. Por eso quiero saber cómo es la sensación. A ellas las he visto que se mueren de felicidad, daba gusto estar con ellas y siempre he querido eso”.

Su familia se ha tomado la nominación muy bien. “Una de mis primas salió de reina, mi madre se lo tomó estupendamente, mi hermana casi se pone a llorar y, mi padre, que es un poco más suyo con las Fiestas, se lo tomó muy bien. No se lo esperaban ellos, ni yo tampoco”.

Su primer pensamiento tras saberse Dama “es muy complicado de describir” y, si de algo tiene miedo, es de subirse al escenario con el traje, “por si las luces me ciegan o cometer algún error”.

Desde hace cinco años sale con la Comparsa Pescadores y, el año pasado, fue Sirenita, “por lo que tengo un poco de idea de lo que significa representar a la gente. Sin embargo, un cargo de este tipo, donde se representa a todo el pueblo, es un punto y aparte”.

La responsabilidad significa que será objeto de todas las miradas, “y espero hacerlo bien, aunque eso me provoque muchos nervios. Errores habrá pero, si lo hago, espero que no se lo tomen a pecho. Espero ser una Dama modelo y haré todo lo que esté en mi mano”. De hecho, para Inés, ser una Dama implica “que tienes que saber del pueblo, de sus gentes y sus Fiestas; saber qué es lo que conlleva el cargo, tanto de Dama como el de Reina y, sobre todo, tener grandes dosis de compañerismo, porque todas tenemos que ser una”.

Aunque sabe que es la mayor, “nunca me han hecho sentir desplazada. Son todas alegres y tienen una ilusión en los ojos que da gusto verlas. Creo que nos vamos a llevar muy bien”. No pensó que se iba a poner tan nerviosa el día de su elección, “y quiero destacar que, pese a que el resto de damas, que tienen más o menos la misma edad, se conocen de antes, nunca me han dejado de lado”. Es partidaria de hacer una elección previa, “porque los años atrás, la suerte marcaba mucho y, para algunas, no es justo. La entrevista la veo muy necesaria”.

Mágicas son ya las Fiestas para esta Dama, “pero espero que sean únicas. Espero que, incluso después de este año, no perdamos el contacto entre nosotras”. De todos estos días, “destaco la magia con la que Santa Pola se llena a partir del primer día y, sobre todo, del Desfile Multicolor, pues desde que salgo en el mismo estoy completamente enamorada de él”.

A fuego tiene marcado el año pasado, cuando subió a la carroza como Sirenita, “ves a la gente cómo te saluda, cómo te manda besos. Tener la oportunidad de volver a subir a una carroza, con gente nueva... no me puedo imaginar esa magia”. Con ilusión, este año espera poder compartir el Primer Día del Pasacalles, “que la gente nos conozca, que sepa reconocer nuestras caras”.

“La Virgen de Loreto debería de estar más en las Fiestas”, afirma Inés, quien también ha tenido el honor de llevar a hombros a la Inmaculada Concepción. Cambiar, no cambiaría nada, “porque todo lo veo perfecto. Para mi gusto, no hay ningún cambio y tampoco añadiría nada”, más allá de lo nombrado. Estaría para ella bastante bien la figura de un Caballero de las Fiestas.

A visitantes y foráneos les pide que lo disfruten todo, “pero también que no vengan con malos humos. Que, por favor, no se metan en jaleos y que, cuando se llega a Santa Pola, se es parte de una gran familia”.