De sumamente productiva se puede considerar la Expedición Nicaragua 2014, que el pasado mes de noviembre desplazó al país centroamericano al coordinador de la ONGD Icnelia, José Juan López, y al voluntario Juan Bautista Miralles para supervisar los proyectos desarrollados durante este año y reafirmar con las contrapartes locales las bases de la colaboración para el próximo 2015. Durante los 15 días del viaje, los cooperantes han recorrido 18.800 kilómetros por aire y más de 1.300 por tierra recorriendo la nación de oeste a este, de los cuales, más de 300 los transitaron por dificultosos caminos sin asfaltar y horadados por las lluvias.

Icnelia sigue creciendo en Nicaragua y este viaje ha servido para sentar las bases de su cooperación en una nueva zona, el municipio de Waslala, perteneciente a la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN) y a 239 kilómetros de la capital. Allí se han establecido lazos con la Fundación Madre Tierra (FUMAT), una institución local que hereda una labor de más de treinta años trabajando en la educación y el desarrollo comunitario. Desarrollan una labor educativa formal a través del Instituto Técnico de Waslala en áreas agropecuaria, veterinaria, contable, informática y diseño. Implantan con las comunidades nuevas técnicas agrícolas y ganaderas y trabajan también en salud, equidad de género, leyes sociales y medioambientales.

La colaboración con la Fundación Madre Tierra se inició el pasado mes de septiembre destinando a dos voluntarias de Icnelia, María Ángeles Santos y Kriss Ponce, a trabajar en el desarrollo del centro de niños y niñas Luciano Caldana, una interesante iniciativa puesta en marcha recientemente por FUMAT que tiene como objetivo apoyar a la niñez y adolescencia en situación de riesgo social, y que atiende a más de treinta usuarios y por extensión a sus familias.

Tras el valorado trabajo educativo y formativo llevado a cabo por estas dos voluntarias, se planteó la necesidad de profundizar en el apoyo a este proyecto y al resto de programas desarrollados por FUMAT, por lo cual, y tras las reuniones mantenidas en este viaje, se está elaborando un convenio de colaboración entre las dos instituciones para promover ya en 2015 un programa de voluntariado en distintos ámbitos de trabajo, como educación, sanidad, servicios sociales, nuevas tecnologías, etc.

Los cooperantes de Icnelia fueron recibidos en la Alcaldía de Waslala por su primera autoridad municipal, Luís Ramírez, quien mostró su interés por los proyectos realizados por la ONG en Nicaragua durante los últimos ocho años y abrió las puertas a una colaboración mutua en áreas como el desarrollo comunitario o la capacitación turística.

Otra de las instituciones con las que se ha establecido lazos es ADIS (Asociación de Desarrollo Integral y Sostenible), que con una experiencia de más de veinte años trabaja en las comunidades de Waslala con proyectos de capacitación en salud preventiva e higiene a líderes, parteras y promotores de salud en las comunidades, botiquines comunitarios, medicina natural y desarrollo de infraestructuras de agua.

Los cooperantes de Icnelia también visitaron varias comunidades de Waslala, donde pudieron convivir con los padres y madres de familia, así como con alumnos y maestros.

Personas y capacidades

Otro de los más importantes programas en los que está trabajando Icnelia es el proyecto de capacitación a los profesionales de la Asociación Los Pipitos, organización que en Nicaragua defiende a nivel nacional los derechos de las personas con capacidades diferentes.

Se trata de un proyecto a cuatro bandas en el que, además, participa de forma activa la Fundación Salud Infantil de Elche, cuyos técnicos aportan de forma altruista sus conocimientos al servicio de este proyecto, y la Agencia de Desarrollo Local del Ayuntamiento de Santa Pola, que ofrece su plataforma de formación online.

En la visita se ha hecho balance positivo del trabajo previo desarrollado durante el año 2014 en fase de pruebas, que culminará con la puesta en marcha en 2015 de diversos cursos de formación online para los técnicos de Los Pipitos, así como una programación de talleres prácticos a través de videoconferencia, destinados a los padres y madres, que se podrán seguir de forma activa en las distintas sedes regionales.

Para coordinar todas las propuestas, se llevó a cabo una videoconferencia en la que participaron los miembros de Icnelia desplazados, el coordinador de Los Pipitos para este proyecto, Zuinglio Carcache, y desde España el presidente de la Fundación Salud Infantil, Fernando Vargas, y su responsable de programas, Jessica Piñero.

También tuvimos ocasión de visitar el modélico Instituto Médico Pedagógico de Los Pipitos, el primer y único centro de atención integral y rehabilitación dirigido a este importante sector de la población de Nicaragua, que atiende cada día a más de 200 niñas y niños con discapacidad.

Integración y música

El tercer punto neurálgico de la expedición fue la visita al municipio de Kukra Hill, en la Región Autónoma del Atlántico Sur, donde la voluntaria de Icnelia, Ainhoa Sukia, profesora de música en la ciudad guipuzcoana de Deba, llevó a cabo en julio y agosto un proyecto para impartir clases de música en la escuela del municipio, donde ha realizado un intenso trabajo en clases de mañana y tarde.

Ainhoa fue acogida durante su estancia en Kukra Hill por el párroco de la ciudad, el misionero Enrique Córdoba. De esta forma, aprovechó para formar a algunos jóvenes de la parroquia para que pudieran acompañar con el teclado la misa. Esta iniciativa la extendió a dar clases de teclado a niños y adultos de Kukra Hill. “Las clases fueron increíbles, espero que a algunos de los niños les sirva para seguir con la música, les aleje de las malas compañías y les sirva como válvula de escape ante los problemas diarios de sus caóticas vidas”, expresa la voluntaria ilusionada.

Desde la dirección de la escuela de Kukra Hill se valoró muy positivamente el trabajo realizado por la voluntaria de Icnelia con unos 700 niños de infantil y primaria: “levantó bastante el ánimo de los niños, que se encariñaron mucho con Ainhoa, fue una bonita coordinación porque todos los niños fueron incluidos e integrados a través de la música”, declaró la directora del centro, Dulce María Siezar.

Con todos estos mimbres, Icnelia ya prepara el nuevo año 2015 en base a los proyectos que se están cerrando con las contrapartes nicaragüenses, y en los que tendrá mucho peso el voluntariado que, a través de la ONG santapolera, tendrá la oportunidad de vivir una experiencia vital y aportar algo al desarrollo de las gentes de Nicaragua.