La noche de Halloween fue especialmente conflictiva en el municipio de Santa Pola. A primera hora de la noche ya se estaban reportando que uno o varios grupos de jóvenes, amparados por el anonimato del disfraz, estaban reventando espejos en la zona norte de la ciudad. De hecho, la Policía Local recibía el aviso de que se estaba produciendo una agresión en la calle Zorrilla, a la altura del número 59.
Las patrullas acudieron al lugar y localizaron a una persona con una herida sangrante en la cabeza. Éste afirma a los municipales que ha sido herido por otros jóvenes con un bate de béisbol y una cadena.

15 puntos en la cabeza
Según otras fuentes consultadas por el medio, al agredido, de 35 años de edad, le rompieron costillas y recibió un fuerte golpe en la cabeza con el bate, que le provocó una herida que tuvo que ser suturada con quince puntos, además de golpes, patadas y la consiguiente pérdida de conocimiento. “Esto no es una agresión cualquiera”, declararon, “no es una pelea normal, es una paliza que casi estuvo a punto de matarlo. La suerte es que pudo pedir auxilio”.
El agredido tuvo que ser atendido en el Hospital de Elche.

Localización
Las patrullas realizan una localización selectiva de los posibles implicados, consiguiendo identificar a dos sospechosos, quienes reconocieron haber sido partícipes de una agresión, declarando que fue una pelea. Testigos de la zona aseguraron también a las fuerzas del orden locales que estos mismos jóvenes, menores de edad, habrían provocado desperfectos en vehículos estacionados en las inmediaciones de las calles Zorrilla o Soledad. La Policía Local procedió a la detención de los menores por un delito de lesiones y delito menos grave de daño a la propiedad. A los detenidos se les aplicará la Ley del Menor y, recuerda, deberán hacer frente a la restitución de los daños causados, si así lo dictamina el juez de menores. Son los padres, responsables civiles subsidiarios de las acciones presuntamente llevadas a cabo por lo detenidos, quienes estarían en la obligación del pago de indemnizaciones y correcciones económicas que deban satisfacer por los daños causados y los desperfectos producidos. Según declara la Policía Local, no se esperaba este tipo de agresiones durante la noche de Halloween. Sí que tenían contemplada la posibilidad, como se dio, del deslucimiento de bienes, por el lanzamiento de huevos o harina a las fachadas. Un hecho, molesto, pero que se engloba dentro de lo planificado. En Gran Alacant no se detectó ningún tipo de incidencia.